CHIHUAHUA, Chih.- En el norte del país, el 37% de niños menores de cinco años juegan con smartphones, iPods y tabletas, y 22% ya utilizan las computadoras portátiles, porcentaje que va en aumento conforme la edad, es la realidad de los nativos digitales, de la niñez actual que ha cambiado los juegos tradicionales, por los tecnológicos, lo cual no es del todo malo ni del todo bueno, de acuerdo con los especialistas.
“No podemos decir que los que utilizan las pantallas tienen menos capacidad que quienes no las utilizaron en un pasado. El cerebro empieza a condicionarse a nuevas formas de lectura, lo cual no quiere decir que hayan perdido capacidades, al contrario, deben de tener mayores capacidades”, explica Erwin Limón, director de Fomento a la Lectura, respecto a los nativos digitales.
Las generaciones de finales del siglo pasado leían menos que los de ahora, porque pueden hacer lecturas más breves, pero más prologadas. Ahora, las redes ofrecen plataformas en donde se genera una lectura tan sencilla, como Wikipedia, donde puedes acceder a documentos tras documentos y antes, este tipo de lectura no existía.
Ante estas tecnologías, el cerebro empieza a condicionarse a nuevas formas de lectura debido a la interacción apresurada.
Estos dispositivos tienen mayor impacto que los libros tradicionales, pero no quiere decir que el cerebro del lector se vea afectado negativamente o que los libros impresos tengan menor trascendencia, “el usuario habitual del libro tradicional no ha terminado, se ha mantenido a pesar del crecimiento vertiginoso del mundo digital”, explica Limón.
En Chihuahua, por ejemplo, “presentamos un índice de lectura por debajo de la media nacional, un problema que arrastramos desde generaciones atrás, pero se debe primordialmente por la dificultad de acceso a los dispositivos electrónicos y a que nuestra sociedad se encuentra cerrada a la cultura”.
Para que los pequeños de la casa, explica Erwin Limón, comiencen a desarrollar su cerebro en torno a la lectura, el primer contacto que se debe tener es con el libro tradicional. El ser humano aprende por imitaciones y si como padres, nuestros hijos nunca nos ven leyendo un libro o leyéndoles un cuento, nunca van a sentir esa curiosidad ni buscarán acercarse a la lectura.
En las últimas generaciones, los papás jóvenes profesionistas intentan acercar a sus hijos a la lectura y entienden que es un proceso que ellos se brincaron, entonces aprendieron la importancia de que sus hijos sean lectores; pero si ellos no leen sus hijos no van a leer. Mientras que esto sucede, las bibliotecas y las escuelas se pueden seguir esforzando por acercar a los niños y a los jóvenes a la lectura, pero los resultados no serán significativos hasta que el hábito no se inculque desde casa.
Hoy en día existen muchas aplicaciones que proponen una interacción del niño de una manera mucho más constructiva y dinámica, esas herramientas son las que podrían permitir que tengan una acercada imitación del proceso tradicional de lectura, pero hasta la fecha siguen sin poder reemplazar el acercamiento tradicional.
PROCESAN INFORMACIÓN DE FORMA DIFERENTE
El apresurado crecimiento de la tecnología digital ha ocasionado que las nuevas generaciones se encuentren inmersas en ella, pues desde que nacieron han estado usando computadoras, videojuegos y teléfonos inteligentes.
De acuerdo con la sicóloga infantil, Martha Haydee Chávez, los nativos digitales, término acuñado por el educador Marc Prensky, se pasan las horas frente al televisor, jugando videojuegos o enviando mensajes de texto y fotografías a través de las redes sociales, en lugar de leer o jugar en el exterior.
Este contacto con la tecnología ha ocasionado que los niños de ahora procesen la información de manera fundamentalmente diferente de las generaciones que les precedieron.
“Los nativos digitales están acostumbrados a recibir información a toda velocidad; pueden hacer varias tareas a la vez; prefieren los gráficos y las fotos al texto; adoran los juegos; requieren gratificación instantánea y premios frecuentes”, señala Martha.
De acuerdo con el Grupo NPD, empresa líder en investigación en Norteamérica, más de un tercio de los niños menores de cinco años juegan con smartphones, iPods y tabletas, mientras que apenas unos años atrás, las tablets y aparatos tecnológicos eran considerados un artículo de lujo, y los niños eran las últimas personas a las que se pensaba prestárselos.
Estos niños y jóvenes presentan destrezas motoras bajas, tienden a ser desafiantes y empoderados, amantes de la TV y los computadores, y sobre todo con patrones de atención diferentes. “Los últimos estudios sobre el cerebro y problemas de aprendizaje son claros en la importancia de focalizarnos en el individuo y a partir de ahí brindar una enseñanza óptima. Hay que meterse en el mundo de estos niños y desde ahí desarrollar programas educativos que sí les interesen”, explica Martha Chávez.
Por otro lado, estos niños son capaces de comprender y experimentar los sentimientos, pensamientos y experiencias de otros, sin necesidad de hablar o incluso en algunos casos de estar físicamente presentes.
Son niños que pueden ver los diferentes aspectos de una misma cosa.