Alejandra, una elemento del Ejército Mexicano, fue privada de la vida en su domicilio, presuntamente a manos de su pareja, familiares exigen justicia pues el presunto responsable, quien también es militar, se encuentra prófugo.
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En la orfandad Alejandra dejó a tres hijos, la menor una niña de aproximadamente 10 años de edad, familiares y conocidos de la víctima señalaron temer por la integridad del joven y los dos niños que ahora no hacen más que sufrir por la ausencia de su madre.
Los hechos ocurrieron alrededor de las 10:30 de la mañana de este lunes, en la comunidad San Francisco de la Cruz, en la privada Barroso, donde por la tarde se celebraría nada menos que la fiesta por el cumpleaños de la ahora finada.
Familiares se encontraban entusiasmados por la celebración, inclusive la festejada se mostraba alegre por pasar un buen rato con su familia, sin saber lo que les tocaría vivir.
Se cree que el feminicidio tuvo lugar durante la madrugada, los presentes señalan que su pareja se encontraba en el lugar, el hombre estaba ingiriendo bebidas alcohólicas, después lo perdieron de vista, era algo común que ya bajo los influjos de la bebida sacara su arma e hiciera disparos al aire, y esta no habría sido la excepción, sólo que en esta ocasión los disparos no habían sido al aire, nadie se percató sino hasta la mañana, sus familiares mismos fueron quienes la encontraron inconsciente tirada en una de las habitaciones, y si bien se dijo que aún estaba viva, no resistió hasta la llegada de la ayuda que pidieron por medio del número de emergencia, paramédicos confirmaron su deceso poco después.
Para quienes conocían a Alejandra fue obvio que había sido víctima de un feminicidio, comentaron que al revisar el lugar en busca de su pareja no encontraron ni rastro de él, inclusive sus pertenencias habían desaparecido lo cual indignó a todos, que pronto se pusieron a buscar fotografías del hombre para pedir ayuda a la ciudadanía por su desaparición.
Entre algunos datos que fueron mencionados se encuentran que el presunto responsable estaba adscrito al batallón 27 en Uruapan, Michoacán, pero él era originario de una comunidad ubicada en los límites de Irapuato y Salamanca.
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Temen que el hecho que terminó por destruir una familia pueda quedar en la impunidad y solicitaron que ante cualquier información se pongan en contacto directo con las autoridades.