Norma Patricia Barrón, buscadora y activista, obtuvo después de casi cuatro años justicia para su hijo Kevin Damián Martínez y su pareja, Juan Rodríguez Calcanas, esto después de que se diera fallo condenatorio en contra de los dos sujetos a los que señaló de haberles pagado el rescate que le solicitaron para liberar a sus familiares, pero que nunca cumplieron y que desde entonces no sabe nada de ellos.
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El proceso penal en contra de Simón .N. y Arturo N. fue largo y si bien con este nuevo fallo condenatorio ya serían tres personas condenadas por el hecho, la justicia completa no se ha obtenido tampoco, pues de Kevin y Juan no se sabe nada hasta la fecha.
Cuando Simón N. y Arturo N. estaban siendo procesados, todo fue lento. Desde el momento en que pudieron identificarlos, giraron las órdenes de aprehensión y consiguieron su detención, hasta la resolución, que sobrepasó los dos años que ambos podían permanecer en prisión preventiva, por lo que los últimos meses éstos habían estado bajo arresto domiciliario, lo cual ocasionó la indignación en Norma y sus familiares, quienes se sintieron por un momento expuestos, decepcionados y abandonados; sin embargo, eso cambió un poco este viernes, ahora sólo falta que se haga la individualización de sanciones, en la cual se dará a conocer el tiempo que Simón y Arturo permanecerán tras las rejas.
Cabe recordar que José N. fue el primer detenido y sentenciado por su intervención en el secuestro de Kevin y Juan. Su proceso fue llevado a cabo en los tribunales estatales, mientras que el proceso de Simón N. y Arturo N. fue llevado a cabo en los tribunales federales.
“En dos días se llevaron los elementos y pruebas suficientes para obtener este fallo, inclusive el juez dijo que no le quedaba ninguna duda, pues había pruebas de testigos presenciales, de inteligencia y de análisis de la información que señalaban que ellos fueron por el pago del rescate y pertenecen a este grupo criminal también relacionado con José Juan N. y José Ignacio N., que eran primos, uno también está encarcelado, el otro fue asesinado”.
CASI CUATRO AÑOS DE RIESGOS, ATENTADOS Y DOLOR
Pero el camino que emprendió Norma para buscar justicia estuvo todo el tiempo lleno de obstáculos. Aquel primero de junio de 2019, cuando Kevin y Juan fueron privados de la libertad al salir de su hogar, que entonces tenían en la colonia Los Reyes, sujetos desconocidos los subieron a la fuerza a una camioneta y a toda velocidad se los llevaron.
Mucho antes de volver su vida en una constante lucha por sus derechos y los de miles de familias más, Norma trató de recuperar a sus familiares con el pago de un rescate que le solicitaron los delincuentes, que fue de un millón de pesos que a costa de todo trató de conseguir para volver a ver a Juan y a su hijo, que entonces tenía 17 años.
“Hablamos de una banda de secuestradores, se dividen lo que hacen, unos secuestran a las víctimas, otros los mantienen ocultos, otros cobran los rescates, así operaba esta banda”.
Las investigaciones descubrieron parte de cómo operaba el grupo delincuencial, pero los tres sentenciados no eran los únicos, sino que más gente participó. Los datos obtenidos en investigaciones son suficientes para llevar a otros posibles involucrados; sin embargo, muchos de éstos ya ni siquiera siguen vivos, pues habrían sido asesinados, relató Norma Barrón.
La última vez que le mandaron muestras de vida de Kevin y Juan fue el 11 de junio, el mismo día que pagó la segunda parte del rescate. Los delincuentes le mandaron una fotografía de ambos con la fecha escrita en un papel.
Los dos hombres que ahora fueron condenados Simón N. y Arturo N. fueron a quien Norma habría entregado ambas partes del dinero por ese rescate.
La labor investigativa en aquel 2019 era lenta, no había visibilidad aún para las familias que buscaban a los suyos, pero el amor pudo más que el temor y Norma investigó, buscó y trabajó incansablemente y sola para poder llegar a los involucrados, pues lo único que deseaba era que alguno de ellos le dijera dónde estaban Kevin y Juan, pero eso nunca ocurrió.
Aun con el fallo condenatorio para Arturo N. y Simón N. existe un riesgo latente para la activista y su familia, pues en ocasiones anteriores ya han sido objeto de ataques, amenazas y revictimización.
Actualmente, Norma solicitó a las autoridades que se redoble la seguridad tanto para ella como para los ahora sentenciados, que al menos hasta la próxima audiencia permanecerán aún en el resto domiciliario.
“Al Fiscal solicité mayor seguridad para su resguardo y para nosotros, que no vengan las represalias, que no se exponga mi vida o la de mis familiares”.
“ENCONTRARLOS VIVOS SERÍA TODO UN MILAGRO”
Si algo sabe Norma es que por más condenas que existan contra los involucrados en el secuestro de Kevin y Juan, la justicia no estará completa, hasta que no pueda regresarlos a casa.
Sin embargo, cada proceso penal es sumamente demandante en tiempo y esfuerzo el cual deben dividir en búsquedas y en juzgados.
A lo largo de los últimos casi cuatro años se han obtenido pistas para tratar de llegar al paradero de Kevin y Juan y con el final del proceso penal sólo queda continuar con la búsqueda.
Ciudades enteras, calles, carreteras y comunidades han sido recorridas por Norma Barrón, algunas de ellas son las mismas calles que según la investigación, eran la zona de operación de los responsables del secuestro, pero nadie ha brindado ninguna información e incluso han dejado ver que no cuentan con su apoyo.
“Acudimos a varias comunidades a poner carteles de búsqueda con sus fotografías, éstos fueron arrancados y aparecieron en otra comunidad”.
Pero entre todas estas señales y callejones sin salida, aún queda esperanza para Norma, quien admitió que aún le queda el pensar que ambos pudieran estar de alguna forma aún con vida, probablemente al haber sido reclutados para trabajar.
“Todo puede suceder, ya sería un verdadero milagro poder encontrarlos con vida, pero nos queda la situación de que puedan haber sido llevados a otro lugar y los tengan con vida, espero en Dios que así sea y estén vivos”.