Un hombre fue privado de la vida por sujetos armados ante la vista de decenas de personas, todo ocurrió en las calles de la colonia Ucopi.
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El ataque tuvo lugar alrededor de las 6:00 de la tarde de este domingo, sobre la calle Unidad Popular.
Como cada domingo las calles de la zona lucían llenas de gente, algunos comerciantes platicaban afuera de sus locales, niños jugaban sobre algunas banquetas, cerca estaba el hombre que pasó de pronto a ser la víctima mortal de este hecho violento.
El mismo, que más tarde sería identificado por familiares como Julio César, estaba afuera de una vivienda, aparentemente había acudido a ver a un amigo y se dirige de regreso a su hogar, pero no sabia que sujetos hasta el momento desconocidos, mismos que fueron señalados por testigos como dos hombres de complexión delgada que viajaban a bordo de una unidad de motor había estado siguiéndolo, o al menos eso dijeron vecinos después de la agresión.
Al tener a Julio a media distancia y sin objetos u otras personas de por medio comenzaron a dispararle, el hombre de aproximadamente 30 años de edad habría tratado entonces de correr hacia una zona donde había vehículos estacionados a la orilla de la banqueta, pero no lo consiguió, antes de poder poner su cuerpo detrás de las unidades, los atacantes se acercaron más a él hasta verlo caer fulminado sobre la banqueta.
Gritos se escucharon en la calle, todos los presentes comenzaron a correr, solo un par de personas que vieron a la víctima tirada pidieron ayuda, los agresores aceleraron su marcha sin mirar atrás, y sin que nadie pudiera hacer nada para alcanzarlos o enfrentarlos.
Julio Cesar se desangraba, a primera vista los vecinos no habían visto que se trataba de él, no fue sino hasta que arribaron los cuerpos médicos a prestar la atención que reconocieron al hombre y fueron a dar aviso de lo que había pasado a sus familiares.
Pero nada pudieron hacer, los que conocían a la víctima llegaron ya cuando el cuerpo había sido cubierto, los paramédicos lo declararon muerto y no había pasado mucho de los hechos por lo que se dedujo por los presentes, la muerte fue instantánea, familiares no daban crédito de lo ocurrido.
Elementos de la Policía Municipal y la Guardia Nacional se encargaron del resguardo de la escena del crimen, los familiares ni siquiera intentaron entrar al área delimitada, solo se quedaron observando tras las cintas amarillas mientras una mujer sollozaba, los uniformados les ofrecieron brindarles atención por medio del Centro de Atención a Víctimas.
En la angosta calle Unidad Popular apenas cupieron las unidades oficiales, fue necesario extender el área delimitada para dar paso a los automóviles de los agentes ministeriales y periciales quienes se encargarían de documentar lo encontrado en el lugar del asesinato, además de embalar todas las posibles pruebas, antes de que el agua de la lluvia pudiera alterar alguno de los indicios, pero para esto primero fue necesario que las patrullas salieran de la zona, la extensión del área resguardada ocasionó la molestia de algunos vecinos que querían entrar y salir de sus domicilios y a quienes tuvieron que apoyar para cruzar por las orillas de la calle, esto mientras fue realizado el levantamiento del cadáver que finalmente seria traslado a las instalaciones del servicio medico forense en Guanajuato Capital.