/ martes 2 de mayo de 2017

Policías texanos se resisten aplicar políticas antiinmigrantes

Los jefes de policía de las principales ciudades de Texas,incluidas Dallas, Austin, Houston, San Antonio y Fort Worth,firmaron una declaración conjunta en la que se oponen a lainiciativa de ley SB4, que obligaría a las policíaslocales a aplicar las leyes federales de inmigración.

La iniciativa, aprobada la semana pasadapor la legislatura estatal y enviada al gobernadorGreg Abbott para su promulgación, pretendeimpedir las llamadas ciudades santuario para los inmigrantesindocumentados.

La iniciativa prevé que los gobiernos locales y losdepartamentos de policía que se nieguen a sumarse a la aplicaciónde las leyes de inmigración dejarían de recibir millones dedólares en fondos públicos, y enfrentarían multas ysanciones.

El proyecto castigaría a los sheriffs, policías y jefes depolicía que no cooperaran con las autoridades federalesque solicitaran mantener en detención a reclusos sujetos adeportación.

La iniciativa va más allá e incluye una enmienda queautoriza a todos los policías locales a indagar sobre elestatus migratorio de quien sea detenido por cualquier motivo,incluso por cuestiones de tránsito.

Acciones y consecuencias

“Mandatos amplios, como esos impuestos por la SB 4, querequieren que la policía local asuma un papel más activoen la aplicación de la ley de inmigración, hará máspesada la relación entre la policía local y las diversascomunidades a las que servimos”, advirtieron los jefespoliciales.

“Los agentes comenzarán a preguntar sobre el estatusde inmigración de cada persona con la que entren encontacto o, lo que es peor, sólo preguntarán sobre elestatus de inmigración de las personas en función de suapariencia”, alertaron.

“Esto conducirá a la desconfianza en lapolicía, a menos cooperación de los miembros de lacomunidad y fomentará la creencia de que no pueden pedirayuda a la policía por temor a ser sometida a unainvestigación de inmigración”, advirtieron.

“La desconfianza y el temor de contactar o ayudar a lapolicía ya se ha hecho evidente también entre losinmigrantes legales", quienes, alertaron, empiezan a "evitar elcontacto con la policía por temor a que ellos o miembrosindocumentados de sus familias o amigos puedan estar sujetos a laaplicación de la ley de inmigración”.

La misiva precisa que “esta división entre lapolicía local y los grupos de inmigrantes resultará en un aumentodel crimen contra los inmigrantes y en la comunidad engeneral, creará una clase de víctimas silenciosas y eliminará elpotencial de ayuda de los inmigrantes para resolver crímenes oprevenir delitos”.

“No debe olvidarse que al no arrestar a los criminales quevictimizan a nuestras comunidades inmigrantes, también les estamospermitiendo que permanezcan libres para victimizar a cada uno denosotros”, indicaron.

“Cuando se trata de criminales, estamos en esto juntos,independientemente de raza, sexo, religión o nación de origen. LaSB 4 hará que nuestras comunidades sean más peligrosas, no másseguras, como suponemos que la legislatura pretendía.”.

La declaración, esta firmada por los jefes policialesDavid Pughes, de Dallas; Art Acevedo, de Houston; Brian Manley, deAustin; William McManus, de San Antonio; Joel Fitzgerald, de FortWorth y Will Johnson, de Austin, así como por James McLaughlin,director ejecutivo de la Asociación de Jefes de Policía deTexas.

Los jefes de policía de las principales ciudades de Texas,incluidas Dallas, Austin, Houston, San Antonio y Fort Worth,firmaron una declaración conjunta en la que se oponen a lainiciativa de ley SB4, que obligaría a las policíaslocales a aplicar las leyes federales de inmigración.

La iniciativa, aprobada la semana pasadapor la legislatura estatal y enviada al gobernadorGreg Abbott para su promulgación, pretendeimpedir las llamadas ciudades santuario para los inmigrantesindocumentados.

La iniciativa prevé que los gobiernos locales y losdepartamentos de policía que se nieguen a sumarse a la aplicaciónde las leyes de inmigración dejarían de recibir millones dedólares en fondos públicos, y enfrentarían multas ysanciones.

El proyecto castigaría a los sheriffs, policías y jefes depolicía que no cooperaran con las autoridades federalesque solicitaran mantener en detención a reclusos sujetos adeportación.

La iniciativa va más allá e incluye una enmienda queautoriza a todos los policías locales a indagar sobre elestatus migratorio de quien sea detenido por cualquier motivo,incluso por cuestiones de tránsito.

Acciones y consecuencias

“Mandatos amplios, como esos impuestos por la SB 4, querequieren que la policía local asuma un papel más activoen la aplicación de la ley de inmigración, hará máspesada la relación entre la policía local y las diversascomunidades a las que servimos”, advirtieron los jefespoliciales.

“Los agentes comenzarán a preguntar sobre el estatusde inmigración de cada persona con la que entren encontacto o, lo que es peor, sólo preguntarán sobre elestatus de inmigración de las personas en función de suapariencia”, alertaron.

“Esto conducirá a la desconfianza en lapolicía, a menos cooperación de los miembros de lacomunidad y fomentará la creencia de que no pueden pedirayuda a la policía por temor a ser sometida a unainvestigación de inmigración”, advirtieron.

“La desconfianza y el temor de contactar o ayudar a lapolicía ya se ha hecho evidente también entre losinmigrantes legales", quienes, alertaron, empiezan a "evitar elcontacto con la policía por temor a que ellos o miembrosindocumentados de sus familias o amigos puedan estar sujetos a laaplicación de la ley de inmigración”.

La misiva precisa que “esta división entre lapolicía local y los grupos de inmigrantes resultará en un aumentodel crimen contra los inmigrantes y en la comunidad engeneral, creará una clase de víctimas silenciosas y eliminará elpotencial de ayuda de los inmigrantes para resolver crímenes oprevenir delitos”.

“No debe olvidarse que al no arrestar a los criminales quevictimizan a nuestras comunidades inmigrantes, también les estamospermitiendo que permanezcan libres para victimizar a cada uno denosotros”, indicaron.

“Cuando se trata de criminales, estamos en esto juntos,independientemente de raza, sexo, religión o nación de origen. LaSB 4 hará que nuestras comunidades sean más peligrosas, no másseguras, como suponemos que la legislatura pretendía.”.

La declaración, esta firmada por los jefes policialesDavid Pughes, de Dallas; Art Acevedo, de Houston; Brian Manley, deAustin; William McManus, de San Antonio; Joel Fitzgerald, de FortWorth y Will Johnson, de Austin, así como por James McLaughlin,director ejecutivo de la Asociación de Jefes de Policía deTexas.

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