MANAGUA, Nicaragua. La Iglesia católica de Nicaragua rechazó reemprender el diálogo entre el gobierno y la oposición para acabar con las protestas que azotan al país, tras un jornada con violentos enfrentamientos que dejaron 16 muertos y que elevan a más de un centenar la cifra de fallecidos en un mes y medio.
La Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) anunció que no reanudará el diálogo en busca de una salida a la crisis que atraviesa el país mientras "el pueblo siga siendo reprimido y asesinado".
El anuncio llega después de una jornada violenta el miércoles, en la que según un informe preliminar del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (CENIDH) murieron 16 personas y otras 199 resultaron heridas en las ciudades de Managua, León y Masaya.
El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, en un video publicado en la web, condenó "los asesinatos" y tras solidarizarse con las familia de las víctimas, llamó al estado a "detener la violencia de estos factores represivos".
En Managua, la jornada del miércoles dejó escenas de pánico, cuando la multitudinaria marcha opositora llegaba a la Universidad Centroamericana (UCA) y tuvo que buscar refugio en comercios cercanos y la Catedral debido a los disparos de las fuerzas de seguridad y grupos afines al gobierno de Daniel Ortega, quien poco antes aseguró que no dejaría el cargo de la Presidencia.
Sin embargo, el gobierno señaló en un comunicado que esos actos obedecen a grupos de oposición con "agendas políticas específicas" que buscan "aterrorizar" a la población, lo que calificó como "una conspiración" que pretende destruir la seguridad y la vida en el país.
Estos incidentes entre opositores, policías y grupos afines al gobierno son unos de los más violentos que se viven en la capital y elevan a 102 la cifra de fallecidos desde que comenzaran las protestas.