El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, aseguró que la migración irregular que se ha acrecentado en los últimos dos meses en el país está "bajo control", y manifestó que su gobierno no cambiará ni hará ningún recorte a su sistema migratorio.
"Se están analizando los pasos a seguir y la posibilidad de acelerar los procesos de refugio para dar permisos de trabajo a estos inmigrantes", dijo Trudeau, quien defendió la integridad del sistema de refugio, pese a las irregularidades en la entrada de los migrantes.
La frontera quebequense con Estados Unidos ha sido la línea por donde han cruzado más de siete mil inmigrantes en forma ilegal desde junio pasado para solicitar refugio, ante la imposibilidad de hacerlo en Estados Unidos.
En los últimos meses, el número de peticionarios de refugio, que vienen huyendo de las políticas antiinmigrantes del mandatario estadunidense Donald Trump, ha crecido en forma sin precedente.
Según la Real Policía Montada de Canadá, dos mil 996 migrantes cruzaron ilegalmente la frontera con Quebec en julio pasado, mientras que la Agencia Canadiense de Seguridad Fronteriza (CBSA) estima que entre 200 y 300 migrantes por día cruzan los puntos no autorizados en esta provincia francófona.
En dos semanas, tres mil 800 migrantes cruzaron la frontera con Quebec.
Elementos del ejército canadiense han tenido que construir tiendas de campaña especiales en Quebec para albergar temporalmente a los recién llegados, en su mayoría procedentes de Haití, Medio Oriente y África, mientras que se han abierto nuevos albergues en Ontario.
Luego de reunirse con la recién creada Fuerza de Tarea para los Solicitantes de Asilo, Trudeau aseguró que Canadá sigue estando abierto a la migración, pues esta es es la fortaleza del país.
Sin embargo, el primer ministro aclaró que "la migración ilegal nunca será una ventaja frente a la migración legal".