/ domingo 7 de abril de 2019

Profesor de la escuela Carlos Septién presentrá pruebas en su defensa

Enrique Mandujano Sandoval fue separado de su cargo directivo tras ser acusado de acoso sexual por parte del movimiento #MeToo

El profesor Enrique Mandujano Sandoval, quien fue separado de su cargo directivo en la Escuela de Periodismo Carlos Septién García tras ser acusado de acoso sexual por parte del movimiento #MeToo, anunció que acudirá a los tribunales y presentará las debidas pruebas para mostrar su inocencia.

En conferencia de prensa en la entrada de la casa de estudios, el profesor mostró a los medios copias de los diálogos que había mantenido con la estudiante Priscila Alvarado desde el año 2016.

Aseguró que a lo largo de estos años la relación había sido amena, en el entendido que se trataba de un diálogo entre dos personas adultas, ya que aseguró, la joven ya es mayor de edad.

Sin embargo, en días recientes recibió acusaciones de presuntos actos de acoso, hostigamiento y violencia sexual, por lo que el pasado 4 de abril, las autoridades de esta casa de estudios tomaron la decisión de separarlo del cargo.

Lo anterior, es en el demérito de su imagen pública y trayectoria profesional, la cual ha ejercido a lo largo de 27 años en los que también ha trabajado en los periódicos Novedades Editores y La Jornada, además de ejercer como docente durante 15 años en la Escuela de Periodismo Carlos Septién García.

De acuerdo con las copias de los mensajes que intercambió con su acusadora, el profesor aseguró que se aprecian mensajes que se entablaban incluso a altas horas de la noche y en ocasiones en estado inconveniente.

En parte de estos mensajes, la joven confesaba que siempre que se emborrachaba le enviaba mensajes, muchos de los cuales eran en tono romántico.

Incluso destacó los mensajes en los que la joven aseguraba haber abandonado el tratamiento psiquiátrico que había seguido durante dos años y en el que había recibido inyecciones, cada 15 días, así como medicamentos para la depresión, mala memoria o falta de retención.

Mandujano Sandoval subrayó que los últimos mensajes revelan una actitud agresiva en la que exigía que si presentaba las fotos de las conversaciones que habían tenido, las cuales consideraba ilegales, "que presentara las otras conversaciones que mantenía con las demás alumnas".

Ante ello, el profesor rechazó una vez más las acusaciones y pidió que se hiciera prevalecer la ley, evitando hacer justicia mediática que sentencie sin mostrar pruebas.

Aclaró que la separación del cargo no es propiamente un despido, porque no ha sido notificado de ello, y dijo que solicitará a las autoridades de la escuela entablar un diálogo para que rectifiquen su decisión de separarlo del cargo.

Reconoció la importancia de campañas como #MeToo para defender los derechos y denunciar; sin embargo, consideró que resulta bajo que se apoye en estas acciones para situaciones de venganza personal que derivan en la destrucción de una imagen pública.

A lo largo de toda la sesión, una decena de estudiantes con pancartas acudieron al lugar y en más de una ocasión trataron de reventar la conferencia de prensa, lanzando acusaciones entre gritos sin dejar escuchar lo que el profesor decía.

Durante algunos minutos se generó tensión incluso entre los estudiantes y los reporteros debido a que su actitud no propiciaba que hubiera lugar para la conferencia.

"¿La beso o no?, diga la verdad", gritaban. A lo que los reporteros aprovecharon para preguntar si en efecto la había besado, a lo que el profesor aseguró que sí la besó "en la mejilla", luego de que ella misma acudió a su despacho a buscarlo.

Al final, con la voz quebradiza y entre llanto, Priscila Alvarado hizo lectura a una carta, en tono de poema, sobre la situación que estaba viviendo tras estos hechos, y señaló que no odiaba al profesor, pero debido a estos hechos su vida había quedado destrozada.

El profesor Enrique Mandujano Sandoval, quien fue separado de su cargo directivo en la Escuela de Periodismo Carlos Septién García tras ser acusado de acoso sexual por parte del movimiento #MeToo, anunció que acudirá a los tribunales y presentará las debidas pruebas para mostrar su inocencia.

En conferencia de prensa en la entrada de la casa de estudios, el profesor mostró a los medios copias de los diálogos que había mantenido con la estudiante Priscila Alvarado desde el año 2016.

Aseguró que a lo largo de estos años la relación había sido amena, en el entendido que se trataba de un diálogo entre dos personas adultas, ya que aseguró, la joven ya es mayor de edad.

Sin embargo, en días recientes recibió acusaciones de presuntos actos de acoso, hostigamiento y violencia sexual, por lo que el pasado 4 de abril, las autoridades de esta casa de estudios tomaron la decisión de separarlo del cargo.

Lo anterior, es en el demérito de su imagen pública y trayectoria profesional, la cual ha ejercido a lo largo de 27 años en los que también ha trabajado en los periódicos Novedades Editores y La Jornada, además de ejercer como docente durante 15 años en la Escuela de Periodismo Carlos Septién García.

De acuerdo con las copias de los mensajes que intercambió con su acusadora, el profesor aseguró que se aprecian mensajes que se entablaban incluso a altas horas de la noche y en ocasiones en estado inconveniente.

En parte de estos mensajes, la joven confesaba que siempre que se emborrachaba le enviaba mensajes, muchos de los cuales eran en tono romántico.

Incluso destacó los mensajes en los que la joven aseguraba haber abandonado el tratamiento psiquiátrico que había seguido durante dos años y en el que había recibido inyecciones, cada 15 días, así como medicamentos para la depresión, mala memoria o falta de retención.

Mandujano Sandoval subrayó que los últimos mensajes revelan una actitud agresiva en la que exigía que si presentaba las fotos de las conversaciones que habían tenido, las cuales consideraba ilegales, "que presentara las otras conversaciones que mantenía con las demás alumnas".

Ante ello, el profesor rechazó una vez más las acusaciones y pidió que se hiciera prevalecer la ley, evitando hacer justicia mediática que sentencie sin mostrar pruebas.

Aclaró que la separación del cargo no es propiamente un despido, porque no ha sido notificado de ello, y dijo que solicitará a las autoridades de la escuela entablar un diálogo para que rectifiquen su decisión de separarlo del cargo.

Reconoció la importancia de campañas como #MeToo para defender los derechos y denunciar; sin embargo, consideró que resulta bajo que se apoye en estas acciones para situaciones de venganza personal que derivan en la destrucción de una imagen pública.

A lo largo de toda la sesión, una decena de estudiantes con pancartas acudieron al lugar y en más de una ocasión trataron de reventar la conferencia de prensa, lanzando acusaciones entre gritos sin dejar escuchar lo que el profesor decía.

Durante algunos minutos se generó tensión incluso entre los estudiantes y los reporteros debido a que su actitud no propiciaba que hubiera lugar para la conferencia.

"¿La beso o no?, diga la verdad", gritaban. A lo que los reporteros aprovecharon para preguntar si en efecto la había besado, a lo que el profesor aseguró que sí la besó "en la mejilla", luego de que ella misma acudió a su despacho a buscarlo.

Al final, con la voz quebradiza y entre llanto, Priscila Alvarado hizo lectura a una carta, en tono de poema, sobre la situación que estaba viviendo tras estos hechos, y señaló que no odiaba al profesor, pero debido a estos hechos su vida había quedado destrozada.

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