El 2017 dejó a México teñido de rojo. Las cifras de homicidios que contabiliza el gobierno rompieron récord en varios meses, mientras lugares que no se habían visto azotados por la violencia hoy generan preocupación.
Por ello, 2017 se enfila a ser el año más violento en México desde que el país comenzó el registro oficial de homicidios hace dos décadas.
Para Mike Vigil, exagente de la agencia antidrogas estadounidense (DEA), hay varias razones detrás del aumento en el número de homicidios, que hoy se ve imparable.
Una de ellas es la fragmentación de los grandes cárteles en células más pequeñas y más violentas. Otra es la mancha de la corrupción en las corporaciones policíacas.
“Hay muchos grupos que dominan muchas zonas de México. Estos grupitos que vienen del Cártel del Golfo, de los Zetas, de los Templarios, de los Beltrán Leyva, de los Arellano Félix, del Cártel de Juárez y entonces hay muchos conflictos”, dice el también analista en entrevista con la AFP.
Aunque no todos los homicidios en México obedecen al crimen organizado, los cárteles están detrás de la mayor parte.
“Hay cementerios por todo México principalmente por el crimen organizado”, dice Vigil.
¿A qué obedece el aumento en la violencia?
“Hay muchas razones. Número uno: la fragmentación de los cárteles. Comenzaron a pelear por territorio, por el control de las zonas productivas de cultivos ilícitos”.