El Obispo de la Diócesis de Irapuato, Enrique Díaz Díaz, dijo que es ilógico que el presidente de la República pida la renuncia del Fiscal General del Estado (FGE), Carlos Zamarripa Aguirre, ya que no es el único culpable de la violencia que aqueja a Guanajuato, pues es una problemática que se vive en todo el país.
Dijo que el ambiente violento en México no se puede ocultar y dijo que muestra de ello es lo que viven entidades como Michoacán y Chiapas, pues dijo que en este último municipios como San Cristobal y Pantelhó han sido blanco de muertes a causa del crimen organizado.
Destacó que López Obrador ha fallado en su estrategia para acabar con la inseguridad, pues con la Guardia Nacional y todo el Ejército Mexicano los crímenes prevalecen en todo el territorio nacional, por lo que dijo que nada se soluciona con señalar las fallas de otros funcionarios.
“Seguimos en un ambiente de violencia y esto no lo podemos ocultar, sigue el ambiente de inseguridad en el estado, Michoacán también se tornó un polvorín muy fuerte y muy grave, en Chiapas San Cristobal y Pantelhó tienen problemas fuertes de seguridad”.
Manifestó que algunos pueblos del sureste del país han sido desplazados y sometidos por el narcotráfico lo que les ha generado un grave problema, por ello dijo que no solo en Guanajuato es el problema de violencia sino en todos lados y dijo que las autoridades gubernamentales están fallando ya que han sido permisivos con grupos delictivos que han tomado el mando de México.
Dijo que mientras no se aplique la ley en el país los delincuentes seguirán teniendo el mando y será imposible construir la paz entre todos.
“Hay pueblos desplazados, sometidos por el narco y que están grave problema, no solo es el problema en Guanajuato, si es muy fuerte en medio de nosotros pero algo está fallando al no atender las causas fuertes de la inseguridad al dejar que grupos violentos sean los que tomen el mando de la nación”.