Enrique Díaz Díaz, obispo de la Diócesis de Irapuato, dijo que si bien nadie se opondría a que los pueblos de Centroamérica sean apoyados para que se desarrollen, lo ideal hubiera sido que esta ayuda fuera programada y sin presiones por parte de Estados Unidos.
Esto, luego de que el Gobierno de México anunciara que destinaría 30 millones de dólares al programa “Sembrando vidas” que se llevará a cabo en El Salvador, como parte del apoyo mexicano para lograr el desarrollo de ese país y generar condiciones sociales para frenar la migración.
La mayor queja de quienes vienen y buscan refugio si bien sí es la pobreza, pero sobre todo es la violencia o la inseguridad y eso se tiene que resolver también y no se cómo se logre con dádivas
“Yo no estaría en contra de que se buscaran mejores condiciones de vida para los países de Centroamérica, lo difícil es entender que se haga bajo presión, que se haga sin programación y que no quede tan claro los destinos de estas inversiones, cuando se están haciendo muchos recortes en el mismo México”, dijo el Obispo de Irapuato.
Enrique Díaz Díaz dijo que además la dádiva no es la mejor opción de desarrollo, por lo que dijo que se debería repensar cuál debe ser el mejor plan para garantizar el desarrollo de los pueblos de Centroamérica.
“A veces parece que el programa es más bien para acallar que para sustentar un medio de mejoramiento de situaciones de extrema pobreza y que también en estos países la mayor queja de quienes vienen y buscan refugio si bien sí es la pobreza, pero sobre todo es la violencia o la inseguridad y eso se tiene que resolver también y no se cómo se logre con dádivas”.