Doña Hortensia Moreno, recuerda con tristeza aquél día: “Mi marido Juan Gallegos, mi hijo Sergio y yo vivíamos en los departamentos adjuntos al cine Rialto, en la calle Ramón Corona, y ese día ya estaba muy fuerte el rumor de que las presas La Llave y La Gavia se habían reventado y que podía inundarse Irapuato, yo trabajaba en El Sol de Irapuato y en el juzgado municipal ahí en la presidencia, pero por lo mismo no fuimos a trabajar; estaba con mi hijo, nos fuimos al negocio de Juan en Guerrero, nos subimos a la azotea y de ahí veíamos como la corriente llevaba animales muertos, muebles y carros, también recuerdo que en la tarde estaban dos jóvenes en la esquina de Revolución y Guerrero pero la corriente los arrastró y desaparecieron…Fue una cosa muy triste y dolorosa para todos”.

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