Comerciantes acuden año con año al mercado de temporada en el espacio asignado en la explanada de la Plaza del Comercio Popular, de sus ventas han logrado sacar adelante a sus familias, sin embargo este año ha sido de los más difíciles y la zona comercial se ha llegado a ver abandonada.
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Artesanos y floristas comenzaron a colocar sus puestos como cada inicio de febrero, algunos de ellos no han conseguido hacer venta alguna, el aumento en los precios de los insumos y el crecimiento del comercio informal han impactado directamente en su actividad.
“Quienes nos dedicamos al comercio de manera formal asistimos a los sitios asignados, pagamos la cuota que corresponde y los servicios, nos sometemos a revisiones para ofrecer calidad a los clientes, pero las calles ya están llenas de comercio informal que nadie regula”, comentó una comerciante.
La situación económica de la ciudadanía desalienta a los comerciantes que cada vez tienen más difícil el siquiera subsistir de sus actividades.
“Todos vemos lo que pasa, y es que, aunque suban los salarios, los precios de cada cosa también aumentan sin control, a la gente ya no le alcanza y a nosotros nos pasa igual, si hace 10 años obtenemos utilidad para ahorrar de la temporada de ventas, ahora hay veces que ni siquiera podemos recuperar la inversión”.
En la zona comercial ubicada afuera de la Plaza del comercio existe una gran variedad de productos, que van desde los 30 hasta los 3 mil pesos, la decoración y algunos de los adornos son hechos a mano por las familias de comerciantes, la fabricación de los productos se ha convertido en un arte que han heredado por generaciones.
Flores y chocolates son de las cosas más pedidas en la temporada, pero esto también representa un problema y es que, si no logran las ventas, es mercancía perecedera.
MUJERES SACAN ADELANTE A SUS FAMILIAS MEDIANTE EL COMERCIO
Los espacios asignados a comerciantes en la explanada de la Plaza del Comercio tienen relativamente poco tiempo, pero muchas de las familias que hoy siguen ofertando sus productos a la ciudadanía tienen más de 3 generaciones dedicándose a esto.
Tal es el caso de Eva Ramos, que a sus 77 años continúa realizando bellos arreglos con flores artificiales para el día de San Valentín.
“Siempre digo que yo ya trabajaba desde que nací, mi madre también se dedicaba al comercio, yo nací y en cuanto pude, aún niña empecé a ayudar”.
Eva recordó que su madre vendía verduras en el mercado Aquiles Serdán y cuando se empezaron a hacer populares las fechas como el 14 de febrero, comenzaron a hacer adornos y regalos que hasta la fecha siguen comercializando.
Y es que a lo largo de los años ha permanecido la costumbre de regalar detalles el 14 de febrero a amigos o pareja, cajas con adornos y flores no han pasado de moda y esto permitió que Eva y muchas otras familias pudieran sacar adelante a sus familias.
“Mis hijos tienen sus profesiones, dos son ingenieros y el otro igual se dedica al comercio, actualmente yo sigo trabajando porque disfruto de ser independiente y amo lo que hago”.
A sus 77 años y tras una cirugía de cataratas, Eva salió a realizar su venta de temporada y aunque se ha dado cuenta de la difícil situación económica que ha azotado a la población, se mantiene con la esperanza de que la situación mejore y el comercio local prospere durante muchas generaciones más.
Así como Eva hay más mujeres que han continuado con el legado de madres y abuelas en el comercio local.
María Trinidad Escobar Ramírez es también una mujer que aprendió de sus mayores a comerciar distintos artículos, durante estas fechas lo más solicitado para ella son las rosas de las cuales tiene cubetas llenas con distintos colores de flores listas para realizar una variedad de arreglos y ramos.
María también logró sacar adelante a su familia, con el ejemplo que ella recibió de su propia madre quien desde su juventud le enseñó a cuidar y comerciar con flores en cada temporada del año.
“Para cada fecha hay un detalle, las flores tienen sus temporadas, pero las más populares siempre son las rosas, todo el año se pueden regalar unas bonitas rosas, espero que la gente nunca pierda esa bonita costumbre de regalar cosas a quienes más quieren”.