PUEBLO NUEVO, GTO.- Católicos neopoblanos participan con fe y mucha devoción en la celebración de una misa concelebrada, para venerar en su día a San Antonio de Padua. Debido a la pandemia que aún sigue presente un año más no fue homenajeado como los anteriores pero feligreses lo hicieron muy fuerte de manera espiritual con sus oraciones pidiendo por la salud de todos, porque llegue a su fin ya la violencia, como por el buen temporal.
En punto de la 1 de la tarde en el templo parroquial de esta localidad de Pueblo Nuevo se llevó a cabo la emotiva ceremonia religiosa, siendo esta oficiada por el Señor Cura de Huanímaro quien como representante del Decanato de Nuestra Señora de la Luz y del Señor Obispo Monseñor Enrique Díaz Díaz dirigió la homilía al festejarse a San Antonio de Padua también considerado patrono de los neopoblados.
El señor cura Solorio Estrada acompañado estuvo por Don Martín Pérez Ayala párroco de Pueblo y el vicario R.P. Armando Cortez Mejia y como invitado el padre José Manuel Martín Zavala Ramírez.
El santo recinto tuvo asistencia presencial de fieles atendiendo las recomendaciones sanitarias como es el uso de cubre bocas, en las bancas solo dos personas estar cada una de ellas, además de que al ingresar se les proporcionó el gel antibacterial.
Una celebración más en honor a San Antonio de Padua se dio con restricciones debido a que la pandemia continua, por ello ni hubo programa, no se organizo eventos que dieran la lucidez de otros años, sin embargo enorme era esa alegría espiritual de los feligreses quienes se sumaron en la oración pidiendo en día tan especial a San Antonio de Padua que intercediera por la salud de todos en Pueblo Nuevo y el Mundo ante la pandemia, así como porque llegue a su ya la violencia y por se tenga un buen temporal.
Don José Solorio Estrada al presidir la misa en representación del Señor Obispo Díaz Díaz dijo que Juan Bautista fue un sacerdote franciscano, que tenia dotes de un buen predicador, su nombre verdadero era Fernando de Bulos, pero cuando ingreso a la orden franciscana cambio su nombre por el de Antonio.
Cita que desde los 15 años comienza a estudiar teología con los agustinos , pero un hecho que le marco mucho su vida a sus 25 años, fue el que mataron a tres sacerdotes franciscanos y a dos hermanos.
El presidir la misa en Pueblo Nuevo es un privilegio, sobre todo en la parroquia donde ha estado y con mucho gusto y aprecio me sumo a esta celebración con los nepoblanos concluyó diciendo el ahora párroco en Huanímaro.