El Rastro Municipal de Irapuato se encuentra en una fase de transformación con miras a mejorar sus instalaciones y su operación, especialmente en vísperas de la temporada decembrina, cuando la demanda de matanza aumenta significativamente.
Miguel Victoria Ponce, director del rastro, explicó que estos cambios forman parte de una estrategia integral de rehabilitación para modernizar la infraestructura y responder a la demanda local.
Informó que desde hace cien días, en las instalaciones del rastro se han implementado mejoras en diversas áreas y mencionó que los caminos y baños para uso externo también se han rehabilitado.
“Se inició un programa de rehabilitación integral. Pusimos áreas verdes; ahorita tenemos alrededor de 200 a 250 metros cuadrados de áreas verdes que acabamos de colocar. Hay pastos, árboles; se ve más adecuado".
Este esfuerzo, explicó, involucra una colaboración entre el gobierno y la sociedad, donde el municipio ha proveído recursos para el alcance presupuestal, mientras que los introductores del rastro han apoyado con algunos detalles adicionales.
"Estamos en una sinergia muy interesante donde el rastro ya no es lo que era; ya quitamos esa parte de un lugar de muerte y ahora puede tener una contribución ecológica por el tema de áreas verdes", afirmó el director.
En cuanto a las medidas ecológicas, Miguel Victoria Ponce resaltó la importancia de la disposición adecuada de residuos. En colaboración con la Junta de Agua Potable, Drenaje, Alcantarillado y Saneamiento del Municipio de Irapuato (Japami), el rastro implementó un sistema de tratamiento de aguas para reducir la contaminación ambiental.
Añadió que en cuanto inicie diciembre, el rastro se preparará para atender el incremento en la demanda.
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"En los últimos tres años, y desde hace muchos años, la capacidad de matanza se ve rebasada en diciembre, lo cual retrasa el proceso y provoca cierto desabasto, abriendo la puerta a mercados externos", comentó y dio a conocer que para atender esta necesidad, en el rastro se ha construido una nueva cámara de refrigeración que se espera esté lista entre el 15 y el 18 de este mes, duplicando la capacidad instalada de matanza de 100 a 200 reses diarias. Además, se agregó un pasillo de preenfriamiento y una cámara de disposición de residuos que mantiene los desechos a -4 grados centígrados, lo que ayuda a evitar la proliferación de fauna nociva y mejora la sanidad del recinto.