La Torre de Consultorios del Hospital General de Irapuato sería un edificio ecológico. Al menos así viene estipulado en el proyecto ejecutivo de la licitación que fue lanzada por la Secretaría de Infraestructura, Conectividad y Movilidad y donde además de contar con ecotecnologías, también tendría un área verde con más árboles que los que actualmente en la zona en la que se pretendió construir.
El proyecto ejecutivo, al que El Sol de Irapuato tuvo acceso, señala que en la zona donde había 38 árboles, 19 serían trasplantados, dos tendrían que ser talados y el resto se integrarían al proyecto de edificación, pues en total en la zona habría 38 árboles, todos a no más de 500 metros de donde estaría la torre.
Además, por los dos árboles talados, otros 38 más serían plantados en zonas centros de salud que hay en el municipio, para ampliar las áreas verdes en éstos.
El edificio contaría con un sistema de captación de agua pluvia, en donde el agua almacenada serviría para regar el área verde que estaría en el hospital.
Además, se contemplaba la construcción de ventanales amplios para aprovechar la mayor cantidad de luz natural y con ello depender menos de luz artificial; sin embargo, se contarían con paneles solares para aprovechar para la iluminación del edificio.
Se contaría con un muro verde de 4.60 metros de alto en dos partes, uno de 13.93 metros y otro de 16.39 metros con plantas como rocío, lavanda y sedim limón, brillante y dorado, comúnmente usadas en este tipo de edificaciones.
Aunado a ello, serían colocados ahorradores de energía en todo el edificio para con ello ser un edificio sustentable y ecológico. Además, para su fachada sería usada pintura ecológica sin contenido de plomo.
De acuerdo con Héctor Salgado Banda, secretario de Finanzas de Guanajuato, Irapuato aún no pierde los 123 millones de pesos para construir la Torre de Consultorios del Hospital General, pues esperan a que pueda haber un desistimiento por parte de los grupos ambientalistas que interpusieron el amparo contra la construcción del edificio en un terreno de poco más de mil metros cuadrados del Parque Irekua, por lo que la moneda aún está en el aire, aunque el tiempo se está agotando para poder salvar ese recurso.