IRAPUATO, GTO. (OEM-Informex).- Desde hace días se ha percibido desde el río Guanajuato en Irapuato un fuerte olor a combustible que ha estando ocasionando dolores de cabeza y mareos a los habitantes, e incluso pone en peligro a los animales y hogares cerca de la zona.
Son por lo menos seis kilómetros de contaminación de hidrocarburo en el río Guanajuato los que observan desde la parte posterior del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) de Irapuato hasta las colonias Villas de San Cayetano y El encanto, misma corriente de agua que pasa por la comunidad El Carrizalito.
Debido al combustible, las orillas del río lucen de color oscuro y aceitoso, sus hierbas y ramas también tienen un aspecto quemado y en la corriente pueden observarse una capa amarillenta de aspecto aceitoso acompañado de burbujas, dicha corriente emana un fuerte olor a combustible.
De acuerdo a los habitantes de la comunidad El Carrizalito reportaron el hecho desde el pasado miércoles, pero no tuvieron respuesta de las autoridades, hasta el día siguiente cuando se dio a conocer la noticia.
Sin embargo, mencionaron que nadie se ha acercado a investigar o solucionar la problemática que los ha estado afectando, ya que aquellos que viven más cerca del río, han estado presentando dolores de cabeza y mareos, pues incluso, hay quienes que tienen algún integrante de la familia con alguna enfermedad que decidieron mejor no permitirles salir de su hogar.
“Al principio pensé que era aceite, pero no, es gasolina porque huele muy fuerte. Esto está muy mal, porque está contaminando el medio ambiente y para los que vivimos muy cerca es muy peligroso, nos afecta a todos y a los animales, imagínate lo que puede pasar con un 'cerillazo'”, dijo Omar Romero, habitante del Carrizalito.
Los curiosos se asoman al río para buscar de dónde proviene el olor a combustible, pero sólo ven huellas color amarillo que flotan en el río y hasta ahora todos desconocen el motivo de la contaminación.
También hay animales en la zona, caballos, vacas y toros que sus dueños sacan a pastear, y, de acuerdo a los habitantes, estos beben el agua del río, por lo que podría dañar gravemente su salud.
“Desde el miércoles se veía mucha gasolina, lo reportamos pero no hicieron caso, por allá se ven los animales de la orillas, esos beben agua del río. También hay una vecina que tiene un niño enfermo del corazón, pues decidió mejor no sacarlo, hay familias que está prefiriendo no salir, por el fuerte olor”, comentó Oscar Delgado, quien vive a unos metros del río Guanajuato.