Recientemente fue publicado el resultado de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (Ensu), la cual reflejó una baja en la percepción de inseguridad en Irapuato, sin embargo los datos más recientes de incidencia delictiva dieron cuenta del aumento de varios delitos, Raúl Calvillo, presidente del Observatorio Ciudadano, Irapuato ¿Cómo Vamos?, dijo que habría que cuestionarse a qué responde este resultado.
“Habría que empezar a preguntarnos, ¿realmente ha prevalecido la cifra negra?, es decir ¿la gente ya no está denunciando? y que bueno que esté bajando la percepción en materia de inseguridad sin embargo nos quedan dudas de a qué obedece eso porque las cifras de incidencia delictiva solo nos muestran disminución en dos delitos, robo de vehículo y robo a casa habitación”.
Y es que destacó que de los 16 delitos que el Observatorio Ciudadano registra, tres no cuentan con registro, y los otros presentan aumento, entre ellos los homicidios y robos con violencia.
“Es interesante la encuesta, a mí me sorprendió, pensé que nos íbamos a quedar igual, nosotros creemos que el resultado es correcto, probablemente la gente se sienta menos insegura en algunos aspectos”.
También mencionó que aún con las cifras que han mostrado una baja en la percepción de inseguridad, estas aún son altas pues reflejan todavía que casi 8 de cada 10 personas se sienten inseguras en la ciudad.
“Al momento de hacer la encuesta tenemos una mejor percepción, que de todos modos es muy alta 7 de cada 10 personas, casi 8 personas se sienten inseguras, realmente el cambio no es tan significativo como para echar las campanas al vuelo, sí bajó y que bueno que baje, y ojalá siga bajando pero sí habría que encontrar porque bajó, qué es lo que hace que estas personas se sientan más seguras”.
Raúl Calvillo también dijo que las cifras del SESNSP solo son una fracción de lo que ocurre, pues se cuenta con incidencias mayores a las cifras mostradas, sin embargo son las oficiales, por lo que sí se denuncia.
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Añadió que esta percepción puede deberse a que es el año del ejercicio electoral, donde hay más movimiento, más economía e incluso más presencia policial, lo que podría influir en la percepción de seguridad.