El robo de registros telefónicos de Teléfonos de México y de la Comisión Federal de Electricidad, los cuales suelen ser de metal, ha vuelto, y esto provoca que los hoyos que quedan en las vialidades se conviertan en auténticas trampas viales para los conductores de cualquier tipo de vehículos.
En los últimos días, de nueva cuenta, ha regresado el robo de éstos, pues en su gran mayoría se usan para obtener un ingreso económico tras su venta ilícita, dejando los huecos expuestos, mismos que podrían continuar ocasionado accidentes en las vialidades.
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Por ejemplo, en el bulevar Solidaridad, locatarios denunciaron la falta de un registro el cual, en primera instancia, fue derribado por un vehículo pesado y posteriormente robado desde hace más de dos meses.
María del Carmen González, comerciante, mencionó que los mismo locatarios han hecho de su conocimiento a la telefonía responsable, así como a Protección Civil para asegurar la zona y evitar que algún accidente automovilismo se ocasione.
“Gracias a Dios no ha pasado nada, pero eso es un contante riesgo para los conductores que pasan por aquí a una velocidad elevada, pues pueden ocasionar un accidente muy grande”, comentó la comerciante.
También en vialidades como Paseo Irapuato, Reforma y Guerrero, se ha observado la falta de registros, lo cual ha provocado que motociclistas, ciclistas y hasta peatones caiga, lo cual se está convirtiendo en un problema.
El robo no sólo se ha registrado sobre las calles y avenida, sino también sobre las banquetas y ciclovías, tal es el caso de la alcantarilla ubicada sobre el camino a Villas de San Cayetano, la cual desde hace más de cuatro meses fue robada y no se ha colocado de nuevo por la CFE, por lo que ya, vecinos de la zona, han optado por llenarla de objetos con la finalidad de que nadie caiga.
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La reparación de los registros faltantes de telefonía fija y de luz no es una cuestión que corresponda al gobierno municipal, pues quien tiene que hacer el cambio o reparación de las tapas robadas o dañadas es la propia empresa, por lo que el tiempo de respuesta es tardado y mientras tanto el peligro y las trampas siguen para conductores y transeúntes.