Se quedan sin vacunas

Tras un año difícil

Patricio Serna | El Sol de Irapuato

  · viernes 19 de marzo de 2021

El matrimonio Olmos Camacho se quedó sin vacunas. Fotos: Miguel Ángel Martínez | El Sol de Irapuato.

Guanajuato, Gto.- Luego de un año colmado de crisis a raíz de la emergencia sanitaria, la vacuna contra el Covid-19 era una esperanza para el matrimonio Olmos Camacho, pero la elevada demanda en la capital no les permitió acceder al biológico durante el primer día de la aplicación.

Más de tres horas formados, bajo el sol y con la expectativa de obtener la vacuna que les permitiera afrontar la emergencia sanitaria fue como el matrimonio pasó la mañana de este jueves a las afueras del centro deportivo de la ex estación del ferrocarril.

Sin embargo las vacunas no fueron suficientes para la numerosa población que acudió al llamado, no les permitió recibir el biológico pese a que se registraron en la plataforma electrónica.

La señora María Camacho comentó que el argumento que le dieron las autoridades a cargo de la vacunación fue que el medicamento fue insuficiente, lo cual criticó porque se permitió incluso la llegada de personas de otros municipios.

“Nosotros nos apuntamos por el internet, pero aquí estuvieron que apuntando, pues para saber, no vengan a hacer filas, dicen todos, ahí estamos haciendo pinches filas”.

A un año de la pandemia, el matrimonio ha tenido severas complicaciones económicas, pues tan sólo con la pensión de don Antonio Olmos se sostienen cuatro personas.

Pese a contar con su pensión, de oficio albañil, don Antonio no ha podido trabajar con normalidad durante el último año ante la poca generación de obras que se han visto afectada durante la pandemia.

Si bien anteriormente la pensión era suficiente para mantener a su esposa y a una de sus hijas, el divorcio de su primogénita ocasionó que a la casa se sumara una boca más que alimentar.

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“Las chambitas caen a veces, por que como está mal de las varices le dan calambres. (…); ya uno viejillo no trabaja, ya nada más con la pensión de él, se imagina y no salimos, a veces él se va a echar una chambita ahí nomás nombrando lo que Dios diga, ya estamos rucos, ya estamos viejos”, narra doña María.

Sin vacuna y con la fe en que puedan recibir a la brevedad el medicamento que les permita soportar esta difícil etapa que ha frenado la economía mundial, el matrimonio Olmos Camacho se movilizó a los diferentes puntos de vacunación es espera de mejores resultados.