Se cumplen 467 años de la llegada de la Virgen de Guanajuato

GUANAJUATO, Gto. - Hace 467 años de la aparición de la Virgen de Guanajuato a la ciudad capital; conmemoración a la que cientos de fieles católicos se dieron cita a la procesión.

La Virgen de Nuestra Señora de Guanajuato es la escultura religiosa más antigua llegada a América (1557), fue tallada en Andalucía por un artista anónimo y traída a la entonces Nueva España por el noble andaluz Don Perafán de Ribera.

En la peregrinación se realizó el recorrido del camino antiguo a la ciudad de Guanajuato, comenzó en la Yerbabuena con el Rosario de la Aurora, realizado a las 5 de la mañana que encabezó el sacerdote de la Basílica Colegiata Nuestra Señora de Guanajuato, quien acompañó al contingente durante todo el trayecto.

Su trayecto hacia Guanajuato pasó por Yerbabuena y el Cerro del Hormiguero llegando a la Panorámica y bajando finalmente por el callejón del Tecolote hacia la zona centro para enfilarse por el Campanero y calle Sopeña hacia la Basílica, en donde actualmente se ubica la imagen original, y en la que se iniciaron los laudes y posteriormente la misa de los Canónigos.

Su historia se remonta a la conquista de España hecha por los árabes, en el año 714, cuando tomaron Granada y los católicos granadinos, temerosos de que los invasores hicieran algo a su virgen, la ocultaron en una húmeda cueva subterránea, donde permaneció oculta ocho siglos.

El ícono religioso fue redescubierto a mediados del siglo XVI y entregada al emperador Carlos I, pero como abdicó, fue su hijo Felipe II quien la regaló en 1557, como muestra de agradecimiento al Real de Minas de Santa Fe de Guanajuato, debido a las riquezas que llegaban a España desde este pueblo.

La imagen de Nuestra Señora de Guanajuato es una pieza de madera de cedro policromada y estofada de 1.15m en la cual se representa a la Virgen María y al Niño Jesús.

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Inicialmente, contaba con una rosa en su mano derecha; la cual fue sustituida, al llegar a México, por un cetro. En la actualidad, luce otra vez la rosa de madera. Asimismo, se le adicionaron una corona y un pedestal de plata maciza.

En la marcha, además de los fieles participaron los miembros de la Caballería de Jesús, jinetes que a lomo de su caballo realizan el recorrido de más de 5 horas para acompañar la escultura religiosa.