Hoy vamos a citar el porqué del nombre de algunas calles de Irapuato. Entre las colonias Rodríguez, Santa Julia y La Moderna existen calles tales como Pablo Sidar, quien fue un polito aviador que llevó ese nombre.
Contigua a Pablo Sidar está la calle Carlos Rovirosa. Él fue copiloto y artillero de Pablo Sidar y el nombre de su avión de combate y bombardero fue "El Progreso", con lo que ahí tenemos los nombres de tres calles en las colonias Rodríguez y Moderna y su razón.
El 28 de enero de 1928, las autoridades civiles de Silao, a instancias de la comandancia militar de aquel lugar, intentaron volar con dinamita obtenida de las compañías mineras de Guanajuato el primer monumento a Cristo Rey, el cual no estaba ubicado en la cima como lo está actualmente; al fracasar en el resultado esperado, telegrafían a Irapuato, en concreto al general Jaime Carrillo, quien fue esposo de la señora Elena Barragán, “La Generala”, éste replica el telegrama a Plutarco Elías Calles, jefe de las fuerzas armadas de México, quien responde con un mensaje cifrado y la frase irónica “envíale saludos a Cristo Rey”.
A las 7 de la mañana del 30 de enero de 1930, salen del Aeródromo que había en la colonia de San Juan Barrio Nuevo el escuadrón aéreo rumbo a Silao con la encomienda de culminar la misión.
- Emilio Carranza, piloto, y Carlos Castillo Bretón, artillero y bombardero.
- Francisco Sarabia, piloto, y Roberto Fierro, artillero y bombardero;
- Pablo Sidar, piloto, y Carlos Rovirosa, artillero y bombardero;
- María Marcos Cedillo, piloto, y Agustín Castrejón, artillero y bombardero.
Todos eran pilotos, pero hasta después de la guerra cristera, se les ofreció el asiento de su propio avión, el cual solo aceptó Roberto Fierro.
Algunos murieron buscando establecer rutas y vuelos sin escalas y otros más murieron por el paso del tiempo.
María Marcos Cedillo y Agustín Castrejon alternaban los puestos de pilotos y artilleros. El día del bombardeo, la piloto Cedillo iba a cargo del avión. María Marcos Cedillo tenía 17 años al tomar el mando del avión el día del bombardeo.
El piloto Emilio Carranza, sobrino del expresidente Venustiano Carranza, fue él quien dirigió el avión encargado de cumplir la misión, acertando en el blanco la bomba lanzada por el artillero Carlos Castillo Bretón.
En una guerra es bien difícil ser imparcial. La historia la escriben los vencedores y los perdedores son los malos.
La autoridad eclesiástica, en su jerarquía, negoció con el gobierno y se declaró la paz por acuerdo de gobierno e iglesia, pero los cristeros que pelearon no fueron tomados en cuenta en los acuerdos; en muchas zonas siguieron en rebeldía hasta la década de los 40's del siglo pasado, pero ya no se les llamaba Cristeros, se les llamó: Agraristas, Inconformes, Rebeldes, Abigeos, por el hecho de robar ganado para poder alimentarse; en los años de la década de 1940 del siglo pasado, era más penado robar un chivo que matar una persona.
No los llamamos héroes, fueron pilotos militares, obedecían órdenes, así funciona la milicia. Fue una guerra de tres que se sufrió en México y el territorio irapuatense durante el siglo pasado, en lo que algunos llaman el tranquilo y apacible Irapuato.
Nunca ha sido fácil ni para nuestra población ni nuestra historia. La historia es historia con todo y sus partes cortantes y heridas abiertas.
Por cierto, Agustín Castrejón y María Marcos Cedillo no tienen nombre de calle en Irapuato, los demás sí.