Los tradicionales Barrios continúan, y la señora Rosa María Alvarado Andrade, junto con su gran familia, se prepararon para festejarlos, como lo han hecho desde hace 50 años consecutivos para así mantener viva esta tradición.

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Rosa María Alvarado contó que son 28 años de tradición familiar el obsequiar comida a todas las personas que visitan su hogar, significando para ella una oportunidad de conocer a más gente dentro de un ambiente sano.

“Llevo festejando los Barrios desde hace aproximadamente 50 años, desde que estaba soltera, y empecé a regalar comida y ponche de frutas desde hace 28 años; para mí esta tradición es realmente hermosa, porque nos permite conocernos entre nosotros, ya que vienen muchas personas además de las que viven en esta colonia”.

Explicó que para ella es un enorme gusto ofrecerle comida a quienes cada año los acompaña a festejar los Barrios, siendo ya conocida por muchos por su buena sazón.

“Me gusta mucho cocinar para las personas que vienen a visitarnos, me da mucha alegría cuando vienen preguntando si cociné pozole, a la gente que ha venido durante mucho tiempo ya me conocen y les gusta lo que preparo; desde temprano me pongo a preparar el pozole, el ponche ya lo empiezo a hacer más tarde para que estén listos cuando la gente empieza a llegar como a eso de las ocho de la noche”.

Agregó que es de suma importancia que esta tradición siga con el paso del tiempo, debido a que este es un patrimonio cultural del cual ninguna otra ciudad cuenta.

“Para mí es realmente importante que estas celebraciones continúen, ya que es parte importante de nuestro patrimonio cultural para el municipio, igual creo que esta tradición no se va a perder; es de admirar y da emoción saber que somos la ciudad que comenzó con esto y tengo entendido que otros también quieren iniciar a hacerlos”.

Añadió que este año esperaban alrededor de 40 personas, incluyendo a las y los integrantes de su numerosa familia, mas las personas que llegan de otras colonias.

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“Este día estamos esperando al menos 40 personas, entre familiares y vecinos que no se pierden de mi comida, tengo cuatro hijos, diez nietos y cuatro bisnietos, luego los mismos policías que vienen a vigilar la fiesta no se van sin comer un plato de pozole y un vasito de ponche”.