El río Temascatío, que recorre varias comunidades ubicadas en los límites de Irapuato y Salamanca, lleva prácticamente dos años seco por la falta de lluvias; los habitantes de la zona han padecido la situación, pues se les complica obtener agua para riegos y ganado.
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Guadalupe Vázquez tiene 82 años y habita actualmente la comunidad San Juan Temascatío y durante los últimos años ha visto cómo la gente padece por la falta del agua de lluvia.
Aunque ella nació en otra comunidad cercana, ya perteneciente al municipio de Salamanca, llamada San Cayetano, San Juan Temascatío es el lugar donde ha pasado las últimas décadas de su vida.
Contó en entrevista que en su juventud sufrió por falta de agua potable y si bien ahora la zona en la que vive cuenta con este servicio, el cambio climático es el que la ha puesto en una situación parecida a la que pasó varios años atrás.
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Guadalupe Vázquez relató que sus hijos sufren para la siembra y esos solo son los casos cercanos a ella, pero es lo mismo para cada agricultor de la zona, dos pequeños pozos son los que brindan una pequeña esperanza, pero ésta no valdrá de nada si las lluvias no vuelven.
“Cuando conocí el agua potable me puse de rodillas y besé el suelo en agradecimiento a Dios por darme licencia de ver eso, eso fue hace 40 años, cuando todavía llovía un poco más”, dijo la mujer.
Recordó que el río Temascatio que obtenía agua de la presa de Ortega solía tener suficiente agua, habitantes de las distintas zonas pobladas sabían que tenían que preparar pozos para sobrevivir hasta el siguiente año que volviera a llover, ahora nadie sabe cuándo va a volver a presentarse la lluvia, los pozos han sido hechos, pero muchos están secos.
“Ahora todos los días viene gente de distintos lados y llevan en camionetas un poco de agua del pozo que está en la entrada, ese ya tiene años que lo hicieron los hombres de la comunidad, de ahí sacan agua para el ganado”, dijo.
El pozo de piedra y un abrevadero más que fue habilitado el año pasado captaron un poco de agua y actualmente autoridades han hecho más excavaciones para captar más agua de la temporada 2023, la cual se ha retrasado más de un mes.
La comunidad San Juan Temascatío cuenta con un puente peatonal en la entrada, el cual fue construido hace años para atravesar el río, río del que hoy no quedan rastros; el agua turbia y de color verde queda en los dos agujeros en la tierra, pero todos esperan la llegada de las lluvias para poder captar más liquido en las excavaciones recientemente realizadas, pues de nada sirve el apoyo con dichas obras, si no inicia la temporada de lluvias.
Los alrededores lucen secos y sin vida y los campesinos deben caminar durante horas para buscar pastura para sus animales; mientras eso pasa, el calor también los ha afectado, al punto de que muchos de ellos tienen una extrema delgadez.
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“Aquí hemos hecho mucha presión y se ha escuchado, pero por ejemplo allá abajo, en San Cayetano, son como tres casitas, no los escuchan, algunos dicen que vienen a traerles agua en pipas desde Salamanca”, dijo la señora Guadalupe Vázquez.
Aunque quien se encargaba del trabajo de las tierras era su difunto marido, ella siempre fue observadora de su entorno y de cómo el cambio climático iba deteriorándolo.
“Mi marido era el que conocía todo, pero sí sé que ya es tiempo de que empiece a llover, que la siembra empiece a cubrir de verde los campos, sin embargo, no ha caído el agua y los campos ya están muy secos”.