La propuesta para la reforma a las fiscalías, para que fiscales también puedan ser electos por voto popular tienen visión totalitaria y buscan replicar la intención de agrupar los tres poderes y órganos autónomos y dañar el derecho a una justicia imparcial y autónoma, aseguró Juan Miguel Alcántara Soria exprocurador de justicia de Guanajuato y ex titular del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Recientemente Gerardo Fernández Noroña, presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República, dio a conocer que la presidenta de la república, Claudia Sheinbaum Pardo, tiene la intención de impulsar esta reforma.
“Me parece que hay una estrategia del obradorismo para hacerse de los poderes públicos y órganos autónomos, como es en este caso las fiscalías de justicia, el propósito está muy claro, concentrar en una sola agrupación los tres poderes públicos, ejecutivo, legislativo y judicial y además los órganos autónomos que están reconocidos en la constitución”.
Detalló que estados órganos son precisamente la Fiscalía General de la República, las fiscalías estatales, el Instituto Nacional Electoral (INE), el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), así como todo lo que estos tengan bajo su control, lo cual habla de un régimen dictatorial
“Sin duda también estamos hablando de una visión totalitaria, un sistema autoritario, un régimen dictatorial, porque ¿Quiénes van a poder competir y ganar en las elecciones a fiscales? Los que impulse Morena”.
Recalcó que en estos temas es fundamental la existencia de un contrapeso, de igual forma que ocurrió con la reforma judicial, el no tenerlo impacta en el estado de derecho.
“Si el tema es que sea por elección, de fiscales como de jueces o ministros, van a ser los que Morena quiere, no están queriendo entender que debe haber contrapeso, equilibrios y que por encima de todos está la Constitución y la Constitución desde el artículo primero señala que la base fundamental, la piedra angular sobre la cual está construido el estado de derecho, el estado constitucional, son los derechos humanos”.
Y es que, uno de estos derechos es precisamente tener una justicia que sea imparcial, autónoma e independiente de los poderes públicos, dijo el exprocurador de justicia por lo que poner a los poderes en una democracia partidista no es algo que se deba aceptar.
Dijo que, al igual que con la reforma judicial, la gente debe ser consciente de las intenciones que existen con esta reforma, y que salgan a las calles, que inclusive tengan movilización en tribunales federales y se recurra hasta al último recurso para garantizar la independencia de estos órganos.
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“Primero lo que tenemos que lograr es que haya más pueblo y menos masa y que por supuesto se movilicen no solo en las calles, que es importante, sino en los propios tribunales federales que son los que garantizan la protección de los derechos humanos y eventualmente, nos queda una última instancia que es la Corte Interamericana de los Derechos Humanos que ya ha resuelto en otros antecedentes que se tiene que garantizar la independencia del Poder Judicial y las fiscalías”.