El Altar de Muertos es una ofrenda que se coloca cada año en las casas de millones de familias mexicanas, pues con este se busca el reencuentro entre los fieles difuntos que regresan desde Mictlán para visitar a sus seres queridos.
El Dato...
Siete niveles son los que debe tener un Altar de Muertos, así como también elementos como una fotografía, una cruz, sal, agua, copal, incienso, papel picado, velas, veladoras y cirios, flores de cempasúchil, calaveras, pan de muerto, chocolate y comida.
Altar de Muertos, mezcla de dos culturas
El Altar de Muertos es un elemento fundamental para el Día de Muertos, porque recuerda y conmemora a los difuntos como símbolo de respeto; este es una ofrenda que invita a los seres queridos que ya murieron, a regresar desde el Mictlán, tierra de los muertos, a sus hogares que tuvieron en vida, ahí se les invita a un festín y a recordarlos.
La tradición del Altar de Muertos es el resultado de la mezcla entre la cultura europea y los indígenas, quienes antes de la Conquista de México, realizaban rituales funerarios donde le colocaban objetos a la persona que llegó a utilizar en vida; sin embargo, después de la conquista y durante la evangelización, este tuvo modificaciones, por lo que ambas culturas mezclaron elementos que hoy en día conforman la ofrenda que es realizada para los difuntos.
Por ello, el Altar de Muertos debe contar con elementos indispensables para recibir las almas de los difuntos; primero debe de llevar siete niveles, el nivel más alto representa el cielo; el de en medio, el limbo; y el último, la tierra.
En la parte más alta es colocada la fotografía del o los seres queridos, al igual que una cruz, este elemento de la Iglesia Católica, esta puede ser de sal o de ceniza.
El copal, incienso y sal, son otros elementos fundamentales en la ofrenda, pues se tiene la creencia de que limpian y purifican las energías, y santifica el ambiente; mientras que el agua es la fuente de la vida, la cual se coloca en el altar para las almas con sed.
El papel picado, velas, veladoras y cirios, nunca deben de faltar en el altar, al igual que las flores de cempasúchil, pues les muestran el camino a los difuntos y los orientan de regreso al Mictlán.
Mientras que las calaveras, pan de muerto, chocolate y comida, para recibir al difunto y que disfrute de un festín, platillos que en vida le gustaban; incluso, es colocado agua, jabón y una toalla, para que el difunto pueda lavarse las manos luego de su largo viaje.
Durante décadas ha sido colocado por artesanos
El Altar de Muertos que es colocado cada año en la plancha de la Plaza del Comercio en Irapuato, es una de las ofrendas más esperadas por las familias irapuatenses, la cual es colocada por las decenas de artesanos de alfeñiques, cartonería y floristas de la ciudad.
Sin embargo, para su colocación, los artesanos se llevan días, pues este tiene todos los elementos que conformar el tradicional altar, como cráneos de alfeñique, flores de cempasúchil, platillos, papel picado, veladoras, incienso, aserrín, y más materiales que son esenciales para recordar a sus difuntos.
Sanjuana Martínez, una de las artesanas que ayuda en la instalación del altar, contó que cada año procuran que este sea diferente, a pesar de que deba cumplir todos los elementos, por ejemplo, en esta ocasión tiene dos figuras de José Guadalupe Posada, las cuales están hechas de cartón moldeado.
Además, al centro y donde muestra el camino para difuntos, hay tres calaveras, las cuales llevan consigo agua, jabon y una toalla, para que las almas puedan lavarse las manos antes de probar los alimentos que les fueron dejados.
El Altar de Muertos de los artesanos irapuatenses tiene decenas de fotografías de sus seres queridos; sin embargo, cualquier personas que lo desee, puede colocar el retrato de su familiar, quien también podrá disfrutar de la ofrenda.
“El altar es muy colorido, porque los mexicanos vemos la muerte como una celebración, pues recibimos a nuestros seres queridos para una vez más regresen a convivir con nosotros”, dijo Sanjuana Martínez.