León Gto.- María Asunción perdió a su mamá Ramona a la edad de 95 años, por muerte natural hace cerca de dos años y medio, decidió ir este domingo a visitarla para pedirle un consejo ante las últimas vivencias que ha tenido en su vida, además de arreglar un poco el lugar donde ahora descansan los restos de su progenitora.
➡ Suscríbete a nuestra edición digital
“Tiene dos años y medio que falleció mi mamá, la vengo a visitar en este día porque es cuando puedo venir porque yo creo entre semana no voy a poder, ya entran a trabajar y yo cuido de mis nietas, por eso vine hoy (domingo), principalmente vine a felicitarla por el Día de las Madres”, comentó María Asunción.
En la tumba donde Ramona descansa, reposan unas flores recién colocadas por María Asunción, quien platicó para el Sol de León que antes rezó un rosario y le pidió consejos para sobrellevar una etapa difícil que ha vivido en su familia.
“Tengo muchos recuerdos de mi mamá, era una mujer muy guerrera, muy trabajadora, muy madrugadora y muy católica; todo eso se te queda como hija, tratas de seguir la misma línea, ella me enseñó sobre todo la fortaleza”, recordó.
“Ahorita le pedí un consejo porque yo perdí a mi esposo ahora en la pandemia, fue horrible, es horrible, murió muy joven y puedo eso, le pido a mi mamá un consejo y que me dé la fortaleza igual como ella, quedó viuda muy joven y que me ayude a seguir adelante así como ella nos sacó adelante a mí y a mis hermanos”, agregó María Asunción con lágrimas en los ojos.
Compartió que su madre tuvo cinco niños y ella sola pudo salir adelante y les dio una muy buena vida, algo que toma como ejemplo ahora que se encuentra reflejada una situación similar.
“La extraño mucho y espero que esté descansando en paz, ella se lo merece, fue una muy buena mamá”, comentó.
En los diferentes panteones de la ciudad, desde este fin de semana ya se observaron a familias acudir a limpiar, poner flores y hasta llevar serenata a las mamás que ya no se encuentran en este mundo.
Flores de todos tamaños y colores poco a poco llenaron el camposanto, la creatividad y el amor por uno de los más grandes pilares de la familia se observaba en cada uno de los espacios que resguardan los restos de una madre de familia.
El llanto y el dolor por ya no tenerla, fueron expresados por los visitantes de los panteones, algunos abrazaban las lápidas, otros más ofrecieron un rosario y una oración por aquellas mamás que ya no están, al mismo tiempo las serenatas y la música a todo volumen trataban de calmar el dolor y la tristeza por no tener al integrante de la familia más importante.