Joaquín Hernández ha perdido la capacidad de asombro. Ver fotografías de cadáveres mientras desayuna antes de irse a su trabajo como despachador en una gasolinería de Irapuato se le ha hecho una rutina y ya no le sorprende ver imágenes de cuerpos apilados o mutilados. Tiene que verlas cada 15 días, porque es parte del protocolo para identificar cuerpos que han sido encontrados y que tienen las mismas características que las de su hijo Alfonso, un joven de 16 años que fue privado de la libertad cuando regresaba de la secundaria.
Sin embargo, Joaquín está seguro de que su hijo aún no está muerto. “A mi hijo lo reclutaron a la fuerza, él me lo dijo la penúltima vez que hablé con él; digo penúltima porque no pierdo la esperanza de volver a hablar con mi hijo”, dice con rabia en sus palabras.
El reclutamiento forzado de personas por parte de la delincuencia organizada es un fenómeno que colectivos como Buscadoras Guanajuato piden que sea visibilizado.
El Dato...
Mil 235 personas han sido reportadas como desaparecidas de diciembre de 2018 a enero de 2021 en Guanajuato, de acuerdo con el Gobierno Federal.
Apenas el 14 de enero de 2021, el propio Colectivo Buscadoras Guanajuato y la Plataforma por la Paz y la Justicia en Guanajuato llamaron al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, a que reconozca que algunas de las desapariciones que han habido en el estado son por reclutamiento forzoso que hacen los grupos delictivos y no por “andar en malos pasos”.
“El Colectivo Buscadoras Guanajuato y la Plataforma por la Paz y la Justicia considera relevante que el Jefe del Ejecutivo reconozca que en Guanajuato existe el fenómeno de reclutamiento forzado de menores de edad por parte de la delincuencia organizada, por lo que exige un Programa específico con recursos federales para prevenir y atender este problema. El Presidente al señalar que la única alternativa para las y los jóvenes es la delincuencia, reproduce la estigmatización que dice combatir” (sic), señalaron los colectivos como respuesta al presidente de México, quien refirió que la violencia en el estado es por el abandono de las autoridades y los jóvenes recurren a la delincuencia como opción única y casi voluntaria.
El Dato...
“El Colectivo Buscadoras Guanajuato y la Plataforma por la Paz y la Justicia considera relevante que el Jefe del Ejecutivo reconozca que en Guanajuato existe el fenómeno de reclutamiento forzado de menores de edad por parte de la delincuencia organizada”.
De acuerdo con el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y no Localizadas, Guanajuato suma dos mil 524 personas que son buscadas por sus familiares y la autoridad desde 1961 y hasta el 21 de enero de 2021; sin embargo, de diciembre de 2018 a la fecha son mil 235 personas desaparecidas en el estado.
Reclutamiento, una posibilidad
Sophía Huett López, Secretaria Ejecutiva del Sistema Estatal de Seguridad Pública, reconoció que una posible causa de desapariciones en el estado es el reclutamiento forzado de personas, por lo que señaló que las familias deben en todo momento denunciar la no localización de algún familiar, pues muchos de ellos no reportan y es complicado establecer las causas por las que desaparecen algunas personas.
“Creo que es un caso muy sensible, muy delicado que primero tenemos que decir que es una posibilidad y una realidad. En estos casos la petición para cualquier familia, en caso de que se presente una situación similar, es llamar de inmediato a la autoridad, la autoridad tiene como primera obligación atener su llamado sin criminalizar, sin generar suposiciones y por el contrario, activar todos los mecanismos necesarios para una búsqueda pronta, en vida y que brinde esta certeza a la ciudadanía”.
Reclutados para servir a la delincuencia
David Saucedo Torres, doctor en Seguridad Nacional y consultor en temas de seguridad por la Universidad Complutense de Madrid y especialista en temas de seguridad de Guanajuato, explicó que han sido identificados cinco tipos de privaciones ilegales de la libertad de las personas, entre las que están secuestro con fines de explotación sexual, secuestro con fines de reclutamiento forzado para formar parte de los grupos criminales, desaparición de personas por ser objetivos de un grupo delictivo y donde suelen atentar contra toda la familia, desaparición por parte del propio grupo criminal que lo enroló, así como la desaparición perpetrada por autoridades.
Así Lo Dijo...
“Creo que es un caso muy sensible, muy delicado que primero tenemos que decir que es una posibilidad y una realidad”.
Sophía Huett López | Secretaria Ejecutiva del Sistema Estatal de Seguridad Pública.
Es la privación ilegal de personas con fines de reclutamiento la que durante el último año se ha dado con mayor notoriedad en el estado, de acuerdo con el especialista.
David Saucedo explicó que esta práctica se da frecuentemente entre hombres jóvenes, los cuales son “levantados” por parte de los grupos criminales, ya sea por parte del Cártel Jalisco Nueva Generación o el Cártel Santa Rosa de Lima y los llevan a campos de entrenamiento, los adiestran contra su voluntad para usar armas, combate e incluso otros son obligados a empaquetar la droga y otros más a venderla.
Saucedo Torres dijo que esta situación no debe minimizarse ni tampoco caer en el lugar común de que los jóvenes están en la delincuencia por moda inherente a la cultura del narco que se ha dado en el país. “Cada vez comienza a ser más frecuente el reclutamiento forzado”, advierte.
Esto pudo comprobarse en octubre de 2020 durante un cateo llevado a cabo en una propiedad ubicada en Comanja de Corona, en Lagos de Moreno, Jalisco, a unos 20 minutos de la ciudad de León, en la cual fue encontrado un fuerte arsenal usado pro el Cártel Jalisco Nueva Generación para ahí adiestrar a sus gatilleros, según dio a conocer la Fiscalía General de Jalisco y el gobernador Enrique Alfaro tras el descubrimiento de esta propiedad.
La penúltima llamada
La última vez que Joaquín Hernández vio a su hijo Alfonso fue el 31 de enero. Lo vio salir hacia la secundaria. Ese día le dio su bendición. “Nunca lo abrazaba y ese día lo abracé. 'Cuídese, hijo', le dije. En la tarde no volvió a la casa ni tampoco en la noche. Lo estuvimos buscando, fuimos con sus amigos y nadie dijo nada. Fue hasta el domingo cuando su Mauricio, su mejor amigo, me dijo que se lo habían llevado en una camioneta unos hombres encapuchados. Desde ese día no lo he vuelto a ver, más que en las fotos de Alerta Ámber”.
Sin embargo, el 12 de marzo recibió una llamada a su celular. Era Alfonso. “Papá, están matando a toda la gente. A mí me tienen empacando droga”. Fue lo único que alcanzó a escuchar por teléfono antes de que la llamada se cortara.
La llamada fue rastreada y tuvo como origen la frontera entre Jalisco y Michoacán. Fue la Fiscalía michoacana la que le recibió la denuncia tanto por la llamada como por la desaparición de su hijo, pues hasta allá lo envió la Fiscalía jalisciense, ya que dijeron que ellos no eran competentes para atenderlo. En Guanajuato también tiene abierta una denuncia por la desaparición de su hijo. Joaquín sabe por eso sabe que esa fue la penúltima que tuvo con su hijo. Joaquín cree que todavía habrá una llamada más, la que ha estado esperando por casi un año y la que está convencido que se va a dar en cualquier momento.