Luego de haber suspendido la atención presencial durante meses a causa de la pandemia por el coronavirus, los centros de rehabilitación del Instituto Guanajuatense para las Personas con Discapacidad (Ingudis) operan a 80% de su capacidad; sin embargo, aún siguen teniendo dificultades en los traslados de personas ya que cada municipio tiene sus propias medidas sanitarias por la contingencia.

José Grimaldo Colmenero, director del Ingudis, aseguró que en cuanto inició la contingencia sanitaria, el instituto actuó de manera rápida e hicieron uso de la tecnología para dar difusión a las personas con discapacidad sobre las medidas sanitarias y cuidados que deben de llevar a cabo para evitar contagios de coronavirus.

De igual manera, mencionó que a finales de marzo tuvieron que suspender las atenciones presenciales, para garantizar el cuidado de los trabajadores de los centros de rehabilitación como de los usuarios; sin embargo, una vez que el semáforo epidemiológico cambió a naranja pudieron abrir de manera paulatina sus instalaciones.

Hoy en día, señaló, los centros de rehabilitación ubicados en Irapuato y Silao están operando al 80% de su capacidad, donde de ha comenzado a atender a las personas en sus rehabilitaciones, con las medidas sanitarias correspondientes para no poner en riesgo al personal ni a las personas, mientras que las personas que son consideradas en los grupos de riesgo siguen trabajando y recibiendo atención a distancia.

“La terapia con especialidad ya se hace de manera presencial con todas las medidas, somos conscientes de que la personas con discapacidad tienen una necesidad de atención continúa, porque si no es así, se nos trunca el proceso de rehabilitación y seria una afectación a la salud”.

No obstante, José Grimaldo Colmenero aseguró que la pandemia también ha provocado que disminuyan los usuarios en las atenciones, debido a que se ha dificultado el traslado de ellos, porque cada municipio maneja de diferente manera la reapertura y movilidad, pero a pesar de ello, señaló que continúan con la atención de las personas con discapacidad, donde se les reitera la importancia de hacer caso a los protocolos y adaptarse a la “nueva normalidad”.