Durante la edición número 14 de la Reunión de Servicios Generales de Alcohólicos Anónimos (AA) en Irapuato, se llevó a cabo un encuentro de especialistas en salud física y mental, líderes educativos y representantes de la Iglesia Católica; el evento tuvo como objetivo debatir sobre el creciente consumo de alcohol en adolescentes y su impacto en la educación, la familia y la sociedad.
Alma Teresa Corona Armenta, directora de la Preparatoria Oficial de Irapuato, destacó la necesidad de ir más allá de las pláticas informativas tras la gravedad de esta problemática social.
"Queremos que estas charlas lleven a una reflexión profunda, la situación es preocupante, ya que uno de cada cuatro estudiantes de preparatoria ha consumido alcohol en el último mes, y el 12% ha tenido episodios de consumo excesivo".
La directora también señaló que muchos estudiantes han llegado a clases en estado de ebriedad, y el consumo de alcohol se está normalizando en jóvenes incluso desde la secundaria, los efectos en el rendimiento escolar también fueron un tema central de la discusión.
“El consumo de alcohol afecta la concentración, lo que lleva al fracaso escolar y, en muchos casos, al abandono de los estudios, la presión social y la falta de supervisión familiar han sido identificadas como factores que contribuyen al consumo de alcohol en esta etapa; muchos jóvenes viven solos en casa debido al trabajo de sus padres, lo cual crea una ausencia de control familiar", agregó.
Eduardo Tovar Guerrero, director de Salud Municipal, también participó en el evento, resaltando la importancia de un esfuerzo conjunto para combatir el alcoholismo en adolescentes.
“Este no es solo un problema individual, sino comunitario. La colaboración entre familias, instituciones educativas, organizaciones religiosas y autoridades es esencial para lograr resultados efectivos”, dijo. Además,
Eduardo Tovar Guerrero advirtió sobre los efectos dañinos del alcohol en el cerebro adolescente, afectando la memoria, la capacidad de juicio y el control de las emociones.
Desde una perspectiva religiosa, el obispo de la diócesis de Irapuato, Enrique Díaz Díaz destacó los valores que defiende Alcohólicos Anónimos y advirtió sobre la corrupción de lo que más valora la sociedad.
“El alcohol nos cambia lo más bonito: la familia, el centro de la familia, la unidad,” expresó. Con una experiencia personal, el obispo compartió anécdotas dolorosas sobre los daños causados por el alcohol en su comunidad, incluyendo tragedias como accidentes fatales y la disolución de relaciones familiares.
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“Una relación rota la queremos tapar con alcohol, y una familia desintegrada busca una compañía que parece dar el alcohol, pero que al final no nos da nada", agregó.
La reunión concluyó con el llamado a una acción conjunta por parte de todos los sectores, respaldado por los principios de AA, que se centran en reconocer la adicción, caminar juntos y apoyarse en la espiritualidad para enfrentar esta lucha.