La psicóloga Giselle Vivas Rayas, coordinadora del congreso “Prevención del Suicidio”. “Rompamos el Silencio”, informó que el objetivo principal del evento es concienciar sobre el suicidio como un problema de salud pública que nos involucra a todos. "Queremos que las personas comprendan mejor este fenómeno y sobre todo, que se sientan capaces de hablar del tema desde una perspectiva empática y con conocimiento real, especialmente con quienes han tenido intentos previos", explicó.
Los temas a tratar en este primer congreso son de gran relevancia, incluyendo conferencias como, “Comprendiendo el suicidio como un problema de salud pública” y “Rompiendo los tabúes”. También se llevarán a cabo actividades sensoriales bajo el tema “Voces en el Silencio”, y se impartirán talleres como “Tuve un intento suicida, ¿y ahora qué?” y “Cuidando a los cuidadores”, que busca fortalecer las redes de apoyo, además, se ofrecerá un taller de escritura terapéutica para ayudar a las personas a canalizar sus emociones.
Dijo también que en México, el suicidio se ha convertido en la tercera causa de muerte entre los jóvenes, en el grupo de 15 a 29 años, las estadísticas son alarmantes, cada 40 segundos, una persona en se quita la vida, y entre 30 y 40 personas intentan hacerlo en ese mismo lapso, ante esta cruda realidad, la prevención es más importante que nunca.
Las causas del suicidio son múltiples y complejas, factores sociales, como la falta de acceso a atención psicológica; económicos, que agravan la situación de quienes ya están en vulnerabilidad; y biológicos, con alteraciones en los neurotransmisores que afectan el estado de ánimo, pueden contribuir al riesgo. Sin embargo, uno de los mayores obstáculos es el silencio, el miedo a hablar sobre el tema que perpetúa el riesgo suicida. “Nos da miedo preguntar y hablar de suicidio, y esto solo incrementa el riesgo”, subrayó la psicóloga Giselle Vivas.
El suicidio es multicausal, y los problemas familiares o la violencia intrafamiliar incrementan la vulnerabilidad de las personas, haciéndolas sentir ignoradas o aisladas; sin embargo, hay esperanza. Con el tratamiento psicoterapéutico adecuado, muchas personas que han intentado suicidarse logran recuperarse, según las estadísticas, entre el 80 y el 85% de quienes han tenido un intento suicida pueden llegar a superarlo, siempre que reciban el apoyo necesario.
“El vínculo entre el psicólogo y el paciente es fundamental para la recuperación, que la persona se sienta escuchada y comprendida marca una gran diferencia”, enfatizó Vivas Rayas.
Por último, la experta exhortó a la sociedad a que deje atrás el miedo de hablar sobre el suicidio. “Es importante educarnos sobre lo que realmente es el suicidio, al romper el silencio, podemos ayudar a reducir el riesgo en las personas que nos rodean, si habláramos más del tema y fuéramos más empáticos, podríamos disminuir la tasa de suicidios, que lamentablemente sigue en aumento”, afirmó.
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A los jóvenes que han pensado en el suicidio, la psicóloga Giselle Vivas los exhorta a darse una esperanza, “Dénse una oportunidad para vivir, aunque en este momento todo parezca oscuro, el dolor no dura para siempre, pero es necesario trabajar en ello, buscar ayuda y romper ese silencio que nos ata. No se trata de querer morir, sino de querer dejar de sufrir, hay alternativas, hay gente dispuesta a escuchar”.
