El Obispo dela Diócesis de Irapuato, Enrique Díaz Díaz, aseguró que la presunta amenaza de un grupo delictivo es preocupante, pero más preocupante es aún que se diga que no se va a la delincuencia y que pareciera que la autoridad sólo se hará “de la vista gorda”.
Enrique Díaz Díaz fue tajante y dijo que ante la delincuencia la autoridad no debe reaccionar como si nada pasara.
“Los diferentes grupos delictivos se ufanan de tener fuerza, de haber infiltrado muchos lugares, de estar al mando de situaciones y se piensan así, sin saber si son de ellos o no son de ellos, porque estamos a merced de mucha gente que a base de esto tratan de aparecer.
“Quizás sí preocupa mucho que se diga que no vamos a combatir, no vamos a hacer, no vamos a condenar, está bien, yo creo que no podemos condenar, no podemos combatir a los que fueran simplemente frentes opositores, políticos o ideológicos, pero ante el crimen no podemos hacernos de la vista gorda, frente al crimen no podemos quedarnos callados, frente al crimen no podemos estar como si no pasara nada”, dijo el Obispo de Irapuato.
Enrique Díaz Díaz dijo que durante enero la delincuencia se hizo muy presente en los municipios que conforman la diócesis de Irapuato, por lo que reiteró que la delincuencia no debe verse como algo ordinario, mucho menos por la autoridad.
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“Esta semana y en estos días lo hemos vivido y lo hemos sentido muy cercano en todos los ámbitos, en donde han muerto niños, donde ha habido afectados inocentes, en donde parecería que cada quien puede hacer impunemente lo que quisiera y creo que eso sí no se puede, se tiene que actuar, no como cacería de brujas, pero sí de acuerdo a la ley, no se puede hacer como que no pasa nada frente al crimen, ya sea crimen organizado o crimen ordinario”.
El Obispo de Irapuato dijo que si no se actúa contra la delincuencia, hay riesgo de que el país caiga en una anarquía.
“Es lo que mucha gente dice, que ya estamos en la anarquía, no lo digo yo, sino muchos y es el sentimiento del pueblo de que no saben quién manda en determinados poblados, en determinados lugares, pues la autoridad se ve rebasada y quien manda son los criminales y esto es triste y doloroso, pero no puede dejar en manos de los criminales la seguridad de nuestro pueblo”.