La irregular temporada de lluvias registrada en Irapuato el año pasado ya causó los primeros estragos en el sector rural para este 2023, pues más de tres mil hectáreas de cultivo de la zona noreste no producirán en el ciclo primavera-verano y la crisis se agudiza por el azolve de la Presa Ave María.
Estas tres mil hectáreas equivaldrían a que unos mil productores no van a sembrar alimentos, pues no tienen los elementos para poder realizarlo, como lo hacían años atrás.
Guadalupe Zamora Ramírez, líder del Comisariado Ejidal de la Estancia El Copal, dijo que el daño en la producción será irreversible para este año, toda vez que se carece del principal insumo para la producción agrícola, como es el agua, y dijo que no hay forma de recuperarse, pues además de eso no cuentan con los recursos para adquirir fertilizantes y otros insumos agrícolas que se venden a precio inaccesible para los productores.
Destacó que la afectación es en 16 comunidades rurales que cada año padecen la carencia de agua para riego, cómo lo son El Garbanzo, Comedero Grande, Comederito, Estancia El Copal, Encino del Copal, Cañada de la Muerte, Aldama, Santa Rosa Temascatío, Las Adjuntas, Ojo de Agua de Bermúdez, San Nicolás Temascatío, San Juan Temascatío, La Trinidad, Peñuelas, Lo de Sierra y Valencianita.
"En primer lugar el panorama en cuestión económica se ve difícil, hubo poca agua, tuvimos siniestro en los cultivos de maíz, sorgo y otras más cómo fríjol, no tuvimos cosecha, el panorama es difícil y las presas no captaron la suficiente agua, la presa Ave María está azolvada y no va a haber agua ni para que los compañeros de Carrizal, que tienen esa concesión por parte de la Conagua para que puedan regar, porque hay poca captación y más que nada la cuestión del azolve de la presa, debe sacarse la poca agua que tiene y hacer un trabajo de desazolve, para tener mejor captación y enriquecer los mantos acuíferos de Valencianita y toda la parte baja rumbo a Irapuato".
Refirió que una de las principales demandas de la población aledaña a la presa Ave María es el desazolve del embalse, ya que esto propicia que pierda capacidad, lo cual agrava la crisis de agua en la zona.
De igual forma, dijo que ha comenzado a darse el fenómeno de la venta de cabezas de ganado, ya que los campesinos prefieren venderlas ahora a verlas morir de sed y hambre ante la falta de agua.
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"Estamos empezando a vender el ganado, antes de que se nos muera de hambre, por flaco y por falta de agua, no sabemos qué vaya a pasar hicimos reporte de siniestro con el gobierno federal, gobierno estatal y gobierno municipal, el gobierno del estado nos dijo que nos había canalizado con un seguro catastrófico que él había, contratado pero hasta el momento desconocemos en qué proceso estamos".