Raúl Zamarripa, es un pintor, escultor, restaurador y muralista desde hace más de 40 años se dedica a formar con sus manos maravillosas piezas de arte en honor a la Virgen de Guadalupe.
Desde que tenia 18 años, Raúl comenzó con su amor a la pintura, lo cual hizo que desde sus primeros trazos la Virgen de Guadalupe se comenzara a plasmar.
“Yo vivía ahí por la Calzada de Guadalupe, cuando pasaba a la escuela o a algún mandado, me detuve unos minutos a ver a la Virgen.”
“Cuando estaba estudiando en el Conalep un amigo me comenzó a ensañar a dibujar y desde los primeros trazos que comencé a hacer lo primero que pinte fue a la morenita del Tepeyac.” dijo.
Sobre la calle Cerro del Tepeyac en la colonia Josefa Ortiz de Domínguez, Raúl tiene desde hace 20 años su casa, donde se encuentra el taller donde actualmente trabaja.
“La Virgen de Guadalupe me ha acompañado durante toda mi vida, y es ella la que me ha dado de comer, pues gracias a que siempre he pintado murales de la morenita muchas personas de mi colonia me han pedido que les pinte o restaure su Virgen de Guadalupe” , expresó Don Raúl.
“Un día a mi casa llegó un joven que se veía que andaba mal, él había salido de la cárcel, pero yo veía más allá en él, algo me decía que él era una persona talentosa y que la virgen me lo había mandando. En ese momento me decidí a darle trabajo y apoyarlo”, expresó.
El pintor expresó que hace unos años las cosas no iban muy bien en el trabajo, sin embargo, un día con su compañero encontraron un tronco de un árbol el cual había caído por las fuertes lluvias de esa temporada y comenzaron a trabajar.
“Con un pedazo de tronco de un árbol que había caído cerca de la colonia, comenzamos a tallar sobre el tronco, y al principio ni sabíamos que hacer, hasta que algo, no sé, algo nos hizo ver la imagen de la Virgen de Guadalupe y entre sus manos a el Papa Juan Pablo II”
“En cuanto terminamos, minutos después comenzó a llegar trabajo a la casa, nosotros lo vimos como una señal de agradecimiento por lo que acabábamos de hacer, y estamos tan agradecidos que decidimos tenerla sobre la banqueta y muchas personas quedaron asombradas que hasta se persignan o se encomiendan cuando pasan por aquí”, dijo.
Para el pintor no fue una casualidad que él esculpiera sobre esa madera la imagen de la Virgen de Guadalupe, pues comenta que es su fervor , amor y respeto hacia