Los dueños de restaurantes, bares y cantinas fueron los últimos en contar con la autorización para abrir sus negocios durante la pandemia, por lo que su recuperación ha sido más lenta que otros sectores; sin embargo, ahora se enfrentan a otro problema: la tardanza por parte de las autoridades municipales para realizar los trámites que necesitan y poder cumplir con el cambio de las licencias para la venta de alcohol, proceso que culmina el próximo 30 de septiembre.
En entrevista con El Sol de Irapuato, Humberto Cordero Adame, representante de la Red Estatal de Restaurantes, Bares y Cantinas en Irapuato, dijo que a pesar de que consiguieron una prórroga por parte del Gobierno del Estado para poder cumplir con el requisito el cambio de las licencias para la venta de alcohol y que para ello les dieron de plazo para el próximo 30 de septiembre, muchos establecimientos no han podido cumplir con ello, pues los trámites municipales se han tornado lentos, al grado de que uno, como es una simple inspección de Protección Civil a los establecimientos, ha llegado a tardarse hasta tres meses para poder ser llevado a cabo.
“Estamos preocupados, porque nosotros queremos estar en regla. Nosotros pagamos impuestos municipales, estatales y federales, estamos en la disposición de estar en regla, de poder cumplir con los requisitos que nos exige el Sistema de Administración Tributaria del Estado de Guanajuato, estamos dispuestos a cumplir con el canje de las licencias, pero hemos visto muchas trabas por parte de la autoridad municipal y lo que pedimos es que agilicen los procesos, para poder regularizarnos y seguir trabajando de manera ordenada y legal, como hasta ahora”, señaló.
Humberto Cordero señaló que ha buscado reuniones en su calidad de representante de la Red Estatal de Restaurantes, Bares y Cantinas en Irapuato con las y los directores, así como con la propia alcaldesa Lorena Alfaro García, para poder establecer de manera conjunta un plan de regularización de los establecimientos adheridos a esta organización, pero no ha tenido respuesta.
“Nosotros queremos trabajar y sabemos que tenemos que regularizarnos, pero queremos que los trámites municipales no tarden tanto”.
Puso como ejemplo que un establecimiento tardó hasta tres meses en recibir la visita de los inspectores de Protección Civil, pues argumentaron que no tenían personal.
Otro de los problemas es cuando se acude a tramitar el documento que avale el uso de suelo del establecimiento, el otorgamiento del número oficial o la factibilidad para que los giros con venta de alcohol puedan funcionar.
Por ello, señaló que hay algunos comerciantes que están pensando en cambiar de giro, en el mejor de los casos, aunque otros están pensando en cerrar de manera definitiva, aunque ello implique despedir a los trabajadores de estos negocios.
“Hay tiempo y ojalá pudiéramos establecer una mesa de trabajo, para que todos los que estemos en el proceso de regularización, lo podamos hacer, sin tantas trabas, porque los trámites cuestan y los pagamos, pero queremos tener certeza de que lo que estamos pagando y estamos cumpliendo como requisitos, se traduzca en que podamos tener nuestra documentación en regla y en un menos tiempo”.