Cada 15 de mayo se celebra a San Isidro Labrador, considerado el patrono de los trabajadores de las tierras, de la mano con su celebración inicia la temporada de siembra, agricultores piden una sola cosa, una buena temporada de lluvias.
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Y es que los pronósticos de este 2023 con datos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) apuntaban a una sequía moderada, las lluvias parecen ser menos conforme van pasando los años, lo cual ha afectado el ingreso de muchas familias.
El festejo tiene lugar cada año en el templo dedicado a este santo, él mismo está ubicado sobre la avenida Héroe de Nacozari, a la altura de la colonia Las Heras.
Irapuato es un municipio que ha destacado a lo largo de la historia por ser buena tierra, comentaron algunos agricultores, tan es así, que se dan las mejores fresas del país, conocidas por su dulce sabor y su vivo color.
El templo a San Isidro Labrador se encuentra en la esquina con la calle Nardo, si bien no es de gran tamaño, eso no impide que luzca bonito durante estas celebraciones, en las que fieles creyentes le llevaron arreglos florales y veladoras, algunos llevaron también a sus familias para que pudieran alzar una oración pidiéndole interceda ante Dios por una buena temporada, que les permita que el ingreso para subsistir llegue a sus hogares.
José Perfecto Lopez Castro, estuvo este año a cargo de parte de la organización de la fiesta, la cual también ya había dirigido hace nueve años, él relató que desde que tiene memoria la colonia Las Heras celebra a San Isidro labrador.
“La colonia Las Heras era solo hasta donde ahora es la calle San Bernardino, antes de eso era una hacienda de unos españoles que se fueron y vendieron a cuatro personas, uno de ellos fue mi abuelo”.
Fueron los españoles que vendieron la hacienda quienes dejaron la imagen de San Isidro Labrador en la colonia, a partir de ese momento comenzaron a orar, colocaron un altar y después el templo.
Los devotos de San Isidro Labrador recordaron que esta fiesta es realizada desde hace muchos años para pedir por una buena temporada de lluvias para alimentar las tierras de cultivo, en muchas ocasiones la tormenta ha llegado en plena fiesta lo cual los ha hecho tener que retirarse apresuradamente.
“Si queremos que caiga la lluvia, pero antes de que empiece la fiesta o después, aunque a veces nos corra de la fiesta el agua, estamos felices, a fin de cuentas es por lo que pedimos tanto”, comentaron creyentes que ingresaban a la misa de la tarde.
En la avenida Héroe de Nacozari se colocaron juegos, escenario, un toldo para que comenzara a tocar la banda, del otro lado comenzó el torito que llamó la atención de chicos y grandes.
Algunos fieles creyentes acostumbran regalar un plato de comida a los que asisten, esto en agradecimiento por sus peticiones, las cuales han ayudado a sus labores en el campo.
Si bien la fiesta se lleva a cabo en la avenida, toda la colonia Las Heras termina por iluminarse para celebrar, las calles lucen abarrotadas y llenas de música y risas.