El Obispo de la Diócesis de Irapuato, Enrique Díaz Díaz, aseguró que no se ven caminos para solucionar la violencia y dijo que a pesar de que sigue habiendo casos de homicidios, nadie asume su responsabilidad para poder frenar esta situación.
Dijo que aunque en el discurso se dice que la delincuencia ha ido a la baja, en la realidad no se ve que la violencia vaya a la baja.
“Yo no veo caminos de solución a la violencia, veo que cada día sigue habiendo hechos, las estadísticas pueden variar de una semana a otra, pero no podemos decir que vaya mejorando”, manifestó el Obispo de Irapuato.
Enrique Díaz Díaz dijo que el asesinato de 11 personas en sólo 24 horas en el municipio de Salamanca, así como el homicidio del director del Centro de Comunicaciones, Oscar Paulino Márquez, son signos de alarma, pero criticó que pese a ello nadie asume su responsabilidad para terminar con la ola delictiva que se vive en el estado.
“Es un signo de alarma, preocupante y a veces pareciera que a nadie le toca, que nadie se hace responsable sobre el cuidado y la protección de la sociedad, pues es un derecho de la sociedad el respeto a la vida”.
El Obispo de Irapuato hizo un llamado también a quienes son los que cometen estos crímenes a que recapaciten, pues dijo que la felicidad nunca será encontrada en hacerle daño al prójimo.
“Nuestro llamado sí también es para quienes cometen estos crímenes, pues nunca la violencia nos va a dar felicidad, nunca el ataque a otra persona, nunca el denigrar a otra persona nos va a dar felicidad y si han puesto en eso su felicidad, siempre van a estar con el temor de ser perseguidos, de ser vengados, tendremos que cambiar, se tiene que cambiar tanto quienes están perpetrando estos crímenes y también nosotros como sociedad, entre los mismos jóvenes, los valores por los que se está luchando”.
Guanajuato cerró con dos mil 476 carpetas de investigación por el delito de homicidio doloso durante 2018, además de 20 casos que fueron catalogados como homicidio, por lo que el anterior fue uno de los años más violentos que ha tenido el estado en las últimas dos décadas.