El barrer las calles de la ciudad siempre ha sido un trabajo difícil de mantener, en gran parte por la indiferencia de la ciudadanía al seguir tirando basura en la vía pública.

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La señora Virginia Morentes Villa de 46 años, quien lleva más de 10 años trabajando en el barrido manual de la avenida Reforma, comentó que es un trabajo cansado, porque la gente a pesar de que la ven limpiando, lanzan basura desde sus vehículos y ensucian al poco tiempo donde ya había limpiado, y a pesar de que la gente no para de contaminar, al terminar el día dejan todo en orden, sin embargo cuando regresan al día siguiente se observa que su área de trabajo está en peores condiciones que el día anterior.

“Llegamos desde 20 minutos antes de las 7:00 de la mañana y la hora en la que terminamos depende mucho de la basura que hay, no pueden poner botes, ni bolsas ni costales porque todo se roban, no hay donde tirar la basura, por eso la gente tira la basura en la calle y diario hay mucha basura. Los días que más basura se junta son los lunes y martes”.

”Cuando llueve nos mojamos, solo si está muy fuerte la lluvia nos dejan descansar, pero lo más pesado es el sol, la verdad si se me hace que es un trabajo peligroso, porque casi todas las personas que va en sus coches son inconscientes porque van muy rápido, me han aventado el coche como tres veces, no respetan los conos que ponemos por precaución, un día hasta me tocó que me aventara una bici”.

La señora Erika Escamilla Gallaga, compañera de la señora Virginia, compartió que estaba de acuerdo con su compañera en que diario se juntaba bastante cantidad de basura y agregó que al tener que dejar sus herramientas de trabajo ya han tenido experiencias con que les roban algunos de sus utensilios.

“La gente tira muchas cosas, sacamos de seis a ocho costales entre basura que hay en los camellones y más en las paradas de los camiones donde la gente se sienta a esperarlos, estaría bien que pusieran botes pegados al suelo para que la gente tenga donde tirar su basura”.

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“Tenemos que dejar nuestros equipos de trabajo en la calle y nos ha tocado que nos roben algunas cosas, no respetan”.

Expuestas a los conductores imprudentes, a los amantes de lo ajeno y sobre todo a la falta de cultura de muchos que aun piensan que por tirar un envoltorio o una botella no hacen daño a nadie, lo cierto es que estos residuos terminan obstruyendo las alcantarillas, cosa que a la larga ocasiona más problemas, contra todo eso combate cada trabajador y trabajadora del servicio de Limpia y Aseo Público del Municipio de Irapuato.