/ domingo 31 de octubre de 2021

Pan de muerto, una viva tradición

Esta delicia mexicana es de forma circular y es una costumbre comerlo en fechas cercanas al 2 de noviembre

Una de las tradiciones que forma parte de las festividades del Día de los Difuntos es el pan de muerto, este alimento de la gastronomía mexicana que destaca por su sabor y suele comerse en esta temporada.

Además es un elemento principal que no pueden faltar en los altares dedicados a los seres queridos que fallecieron.

Don Jesús Serrano utiliza su deliciosa receta familiar.

Este típico pan de dulce mexicano tiene su origen en la época de la Conquista, es de forma circular, ya que representa el ciclo de la vida y la muerte.

Un pan que se caracteriza por su aroma de flores, naranja o esencia de azahar.

En cada región existen diversos tipos, desde aquéllos con forma de un cuerpo humano, animales o de flores; o incluso la figura de una persona.

Calientito recién salido del horno sale el pan de muerto.

En el estado de Guanajuato,el pan es circular. Actualmente se pueden disfrutar desde los clásicos de azúcar, aqueélos que llevan ajonjolí hasta los que han innovado con rellenos de todo tipo.

El tradicional es una masa redondeada con un círculo que simula un cráneo, se decora con figuras de masa en forma de huesos.

La bolita encima del pan representa el cráneo o el corazón.

Las cuatro piezas que cruzan por encima del pan simbolizan los huesos de las extremidades, colocados en forma de cruz, que también hacen referencia a los cuatro puntos cardinales del Calendario Azteca y es dedicado a los dioses antiguos Quetzalcóatl, Xipetotec, Tláloc y Tezcatlipoca.

El azahar que se emplea para su elaboración es un tributo en honor a los fallecidos.

El pan de muerto es un tributo para después comerse.

El paso final es cuando se mete el exquisito pan al horno.

Innovan en su preparación

Don Jesús Serrano García, propietario de la panadería “San Cayetano” y con 67 años en el oficio de la panadería, con un mes de anticipación empiezan a solicitarle el pan y usando la receta familiar es que cada año ofrecen esta delicia en su panadería.

La familia Serrano abrió las puertas de la panadería “San Cayetano” en 1938, es una de las más longevas de Irapuato y la encabeza Jesús Serrano García de 85 años de edad.

La herencia de este noble oficio viene de los padres de don Jesús, Fernando Serrano y María García; a la fecha ya son cuatro generaciones de panaderos.

El señor Serrano compartió su receta y destacó que con el paso de los años se han realizados cambios; en la actualidad la gente lo pide con diversos rellenos, sin embargo el tradicional sigue siendo el favorito.

Para elaborar el pan de muerto utiliza una receta muy sencilla y los ingredientes son: un kilo de harina, 270 gramos de azúcar, 12 gramos de sal, 100 gramos de manteca, 170 gramos de mantequilla o margarina, tres huevos, 28 gramos de levadura de paquete, en caso que sean paquetes pequeños son dos de 11 gramos cada uno.

Ya perfectamente bien integrados la masa se saca de la batidora, se pone a reposar de 30 minutos a una hora para que afloje la masa y se pueda trabajar mejor.

Uno de los secretos de expertos panaderos como don Jesús y la familia Serrano, es dejar que la masa del pan se expanda a su tamaño y se hornea a 220 grados para que salga en su punto exacto y el cliente pueda saborear el exquisito pan de muerto que en México es toda una tradición que no puede faltar en los hogares.

Una de las tradiciones que forma parte de las festividades del Día de los Difuntos es el pan de muerto, este alimento de la gastronomía mexicana que destaca por su sabor y suele comerse en esta temporada.

Además es un elemento principal que no pueden faltar en los altares dedicados a los seres queridos que fallecieron.

Don Jesús Serrano utiliza su deliciosa receta familiar.

Este típico pan de dulce mexicano tiene su origen en la época de la Conquista, es de forma circular, ya que representa el ciclo de la vida y la muerte.

Un pan que se caracteriza por su aroma de flores, naranja o esencia de azahar.

En cada región existen diversos tipos, desde aquéllos con forma de un cuerpo humano, animales o de flores; o incluso la figura de una persona.

Calientito recién salido del horno sale el pan de muerto.

En el estado de Guanajuato,el pan es circular. Actualmente se pueden disfrutar desde los clásicos de azúcar, aqueélos que llevan ajonjolí hasta los que han innovado con rellenos de todo tipo.

El tradicional es una masa redondeada con un círculo que simula un cráneo, se decora con figuras de masa en forma de huesos.

La bolita encima del pan representa el cráneo o el corazón.

Las cuatro piezas que cruzan por encima del pan simbolizan los huesos de las extremidades, colocados en forma de cruz, que también hacen referencia a los cuatro puntos cardinales del Calendario Azteca y es dedicado a los dioses antiguos Quetzalcóatl, Xipetotec, Tláloc y Tezcatlipoca.

El azahar que se emplea para su elaboración es un tributo en honor a los fallecidos.

El pan de muerto es un tributo para después comerse.

El paso final es cuando se mete el exquisito pan al horno.

Innovan en su preparación

Don Jesús Serrano García, propietario de la panadería “San Cayetano” y con 67 años en el oficio de la panadería, con un mes de anticipación empiezan a solicitarle el pan y usando la receta familiar es que cada año ofrecen esta delicia en su panadería.

La familia Serrano abrió las puertas de la panadería “San Cayetano” en 1938, es una de las más longevas de Irapuato y la encabeza Jesús Serrano García de 85 años de edad.

La herencia de este noble oficio viene de los padres de don Jesús, Fernando Serrano y María García; a la fecha ya son cuatro generaciones de panaderos.

El señor Serrano compartió su receta y destacó que con el paso de los años se han realizados cambios; en la actualidad la gente lo pide con diversos rellenos, sin embargo el tradicional sigue siendo el favorito.

Para elaborar el pan de muerto utiliza una receta muy sencilla y los ingredientes son: un kilo de harina, 270 gramos de azúcar, 12 gramos de sal, 100 gramos de manteca, 170 gramos de mantequilla o margarina, tres huevos, 28 gramos de levadura de paquete, en caso que sean paquetes pequeños son dos de 11 gramos cada uno.

Ya perfectamente bien integrados la masa se saca de la batidora, se pone a reposar de 30 minutos a una hora para que afloje la masa y se pueda trabajar mejor.

Uno de los secretos de expertos panaderos como don Jesús y la familia Serrano, es dejar que la masa del pan se expanda a su tamaño y se hornea a 220 grados para que salga en su punto exacto y el cliente pueda saborear el exquisito pan de muerto que en México es toda una tradición que no puede faltar en los hogares.

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