Pan de muerto, el postre de los vivos

Se ha convertido en un infaltable de los altares de muerto y reuniones de esta temporada

Dylan René | El Sol de Irapuato

  · miércoles 2 de noviembre de 2022

Disfrutan irapuatenses de tradiciones. / Fotos: Ricardo Sánchez | El Sol de Irapuato.

Uno de los platillos preferidos durante esta temporada de Día de los muertos sin duda es el tradicional pan de muerto, el cual guarda en su historia un gran significado para los mexicanos, pues se ha convertido en un infaltable de los altares de muerto y reuniones de esta temporada.


Más de 30 años haciendo pan de muerto.



Año con año, Juan Carlos Mares Armenta, panadero con más de 30 años de experiencia, deja de lado un poco de su ya tradicional producción para poner particular empeño en realizar junto a su hermano e hijo el ya tradicional pan de muerto, mismo que tiene un toque y receta especial inventada y mejorada por su abuelo,José Concepción Armenta Elizalde, fundador de la panadería la Flor de México, la cual ya tiene más de 100 años de servicio.

Sin embargo, esta panaderia le ha sabido dar un giro a sus productos, en particular a este pan, pues dentro de ella se pueden encontrar un sinfín de variedades de este producto, como lo son el ya clásico Pan de muerto con anís y cubierto de azúcar, pero, además, tienen una variante de pan de muerto sin azúcar, pero con ajonjolí, el cual es perfecto para que no sólo pueda ser un postre, si no parte de la comida principal.



Además, la panadería tiene su toque clásico de la casa, el cual es hornear todos sus productos en el mismo horno que usaban sus abuelos en 1920, el cual se basa en una construcción de adobe y con leña, lo que le da un saber ahumado a cada uno de sus productos.

“Sin parar, cada año, prendemos el horno de lena, que es otra de nuestra identidad, y además de nuestra ya clásica producción de conchas, chorreadas, orejas, cuernitos hacemos nuestras propias recetas de pan de muerto”, dijo.



Juan Carlos resaltó la importancia de seguir conservando las tradiciones mexicanas, lo cual no sólo da un bello recuerdo, si no una verdadera identidad.

“En los últimos años, y particularmente este año, hemos visto como después de la pandemia los niños han comenzado más entusiasmados a vivir y disfrutar, por eso ahora vemos altares en todos lados y eso es bonito, y con eso se mantienen vivas las tradiciones”, agregó.