Los organilleros forman parte del folclore mexicano; sin embargo cada vez es menos común verlos compartiendo sus melodías en plazas y calles de las ciudades, por lo que se ha convertido en un oficio en peligro de desaparecer.
Silvestre Muñoz y Diego Villegas son dos organilleros originarios del Estado de México, quienes dedican su vida a recorrer el país, principalmente la zona centro de la república para evitar que esta hermosa labor quede en el olvido.
“Hemos venido a Guanajuato muchas veces, recorremos León, Guanajuato, Irapuato, nos alegra mucho regresar, pues Irapuato es un lugar muy bonito y su gente es cálida y muy amable”, platicó Silvestre, que cuenta con más de 40 años dedicándose a ser organillero.
Silvestre y Diego heredaron el oficio de sus familiares, que a través de más de 140 años se han dedicado a lo mismo.
“Esos son los años que puedo contar, pero estoy seguro de que son muchos más años atrás cuando empezó esto en la familia, hoy lo transmitimos a todos con orgullo”.
Ambos pertenecen a la Unión Mexicana de Organilleros, en la cual se estima hay poco menos de 500 personas; además, no solo son pocas las personas que se dedican a este oficio, sino que los instrumentos también se encuentran escasos, pues a falta de un buen mantenimiento, muchos terminaron en desuso o irreparablemente dañados.
“Es una responsabilidad muy grande llevar uno de estos instrumentos, son delicados, y cada vez existen menos”.
Aunque el organillo que Silvestre y Diego llevan es alquilado, lo protegen con su vida pues llevan trabajando con él al menos 20 años continuos y lo mantienen en perfectas condiciones.
“Es oro para nosotros, es nuestra única herramienta de trabajo, la que nos ayudó a llevar unos centavitos a casa”.
Lo difícil no es tocarlo, sino cargarlo, dicen en tono de broma. Silvestre, por ejemplo, logró sacar adelante como organillero a sus dos hijos que ahora son adultos, ahora su esposa lo espera en casa y le apoya con otras labores para poder llevar una vida digna.
“Queremos que esta tradición permanezca muchas generaciones más y mientras podamos seguir trabajando lo vamos a compartir con toda la gente que podamos alrededor de la república mexicana”.