La música debe ser un lenguaje universal que nos permita comprendernos, convivir en paz y vivir plenamente, así lo expresó el padre Luis Daniel Romero Ramírez durante la celebración religiosa en honor a Santa Cecilia, patrona de los músicos, ante los integrantes de los conjuntos norteños de la sección 409, el sacerdote destacó que donde hay música, hay alegría, y donde hay alegría, existe la posibilidad de construir unidad.

También el padre durante su homilía mencionó, el vivir una vida plena y justa debe llenarnos de orgullo por nuestros actos, y la música puede ser una herramienta que nos motive a alcanzar esa plenitud, la música no solo alegra el alma, también puede llevarnos por caminos de bondad y se convierte en una forma de evangelización.

Añadió que el acto de cantar o tocar música anuncia la presencia de Dios, pues hay canciones que dignifican al ser humano, incluso si no mencionan directamente la palabra Dios. Cuando la música eleva, edifica y colabora en el crecimiento humano, estamos colaborando con el plan divino, por el contrario, debemos tener cuidado con aquella música que destruye la moral y la conciencia, advirtió.

“Usemos la música para alabar a Dios y honrar al ser humano, porque eso también es evangelizar”,

El padre Luis Daniel Romero resaltó que la música es una tradición invaluable, y donde hay un músico, muchas veces habrá una generación que continúa con esa vocación, esto significa que la música nos une, nos ayuda a comprendernos y a conectar verdaderamente con nuestros hermanos, debemos verla como un pretexto para fomentar la unidad.

Aseguró que la música debe ser una herramienta para la convivencia y el entendimiento mutuo, donde hay música, hay alegría; donde hay alegría, hay unidad; y donde hay unidad, las cosas marchan bien. Aprovechemos nuestras tradiciones para honrar a Santa Cecilia y que estas celebraciones nos unan y nos transformen, expresó.

Por último, llamó a que estas festividades no se conviertan en un festejo fugaz, sino en una alegría profunda que inspire la unidad comunitaria, la unidad se encuentra en nuestras tradiciones y tradiciones tan bellas como esta, que ustedes preparan cada año con tanta intensidad, son el ejemplo perfecto de lo que necesitamos para seguir construyendo un pueblo más unido, concluyó.

Al finalizar la celebración religiosa, los 13 grupos norteños se trasladaron a festejar a su Santa Patrona de bajo el puente de la colonia, Primero de Mayo, donde se edificó un altar en su honor.