Pensar en Irapuato es pensar en fresas. Es su identidad. Y para conocer no sólo la historia de la fresa, no sólo sus procesos, sino también para apreciar las bondades culinarias, nutritivas y saludables de esta frutilla, fue inaugurado formalmente el Museo de la Fresa, el único en su tipo en todo México.
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Fidel Ramírez Guerra, periodista e investigador y uno de los expertos de la historia de la fresa en el país, fue el impulsor de esta iniciativa que se cristalizó con la creación del Museo de la Fresa, un espacio de una hectárea dedicado a exposición y centro de enseñanza, en donde a través de actividades lúdicas y prácticas fomentará el conocimiento, estudio, producción y consumo de la fresa de Irapuato.
Con esto, el Museo de la Fresa salta al público como el nuevo atractivo turístico de Irapuato, pero también como un proyecto educativo que busca fomentar la vocación fresera en la niñez y juventud del municipio y la región, pues está pensado para que se consolide como un nuevo Territorio de Aprendizaje, programa que el gobierno del estado de Guanajuato tiene en marcha para fomentar las nuevas vocaciones en la entidad.
Aunque el sitio fue pensado para un público infantil y juvenil, también está proyectado como un lugar para el turismo de reuniones y negocios, además de que se busca que sea también sede de eventos de gran envergadura, como festivales de cocina tradicional, por ejemplo.
Aquí se pueden conocer historias, como aquélla que dice que cuando Pancho Villa llegó a Irapuato, lo primero que hizo fue buscar un lugar en dónde tomar una malteada de fresa, su bebida favorita.
¿Qué actividades se pueden realizar en el Museo de la Fresa?
El recorrido inicia con una degustación de postres de fresas: nieve, malteadas, pay e incluso gelatina de fresa darán la bienvenida a quienes asistan a este lugar.
Posteriormente, el recorrido continúa hacia una plantación de fresas, en donde se expone el proceso de sembrado, crecimiento, cosecha e incluso hasta producción y fabricación de fresas.
Quienes asistan podrán cortar las fresas e incluso la podrán despatar, pues esas mismas que recién cosecharon serán las que sean utilizadas para los alimentos que más adelante les serán ofrecidos.
El Museo de la Fresa tiene también un área de enseñanza, donde en explicación teórica y visual se cuenta la historia de la frutilla emblemática y cómo llegó al municipio.
Además, el lugar fue acondicionado con un toque rústico, campirano y donde además ha sido decorado con motivos antiguos, como televisiones de antaño, radios antiguos e incluso una motocicleta usada en el siglo pasado, para mostrar que la fresa ha podido trascender aun con el avance de los tiempos y la tecnología.
El recorrido por el Museo de la Fresa continúa con una exposición interactiva donde los asistentes podrán responder preguntas sobre el proceso de producción de la fresa.
Al finalizar el recorrido, se tendrá una degustación de exquisitos alimentos a base de fresa para los visitantes, con lo cual se cierra el círculo de una experiencia lúdica e interactiva.
¿En dónde su ubica El Museo de la Fresa?
El Museo de la Fresa se ubica en lo que son los terrenos del Rancho La Cumbre, el restaurante y temazcal ubicado en Irapuato en la comunidad de San Isidro de la Cumbre, enclavado en la zona rural de Irapuato.
El Museo de la Fresa está enclavado en el epicentro de la región productora de fresa, entre los límites de Irapuato y Abasolo y uno de los proyectos ambiciosos que serán llevados a cabo es que pueda conectarse con las rutas turísticas del estado, como la Ruta del Tequila y el Mezcal, el Circuito del Nopal, Zonas Arqueológicas, la Ruta del Vino, Circuito de la Cajeta y el Circuito de la Fresa.
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Lorena Alfaro García, presidenta municipal de Irapuato, reconoció la iniciativa de Fidel Ramírez Guerra y Alejandra Ramblas, quienes por dos años han estado acondicionando todo para que el Museo de la Fresa lograra cristalizarse y se uniera al complejo que constituye el Rancho la Cumbre del Temazcal, que cada primer y último domingo de mes ofrece un buffete con comida de cocina tradicional, lo cual hace único a este espacio en el estado, pues busca preservar tanto la identidad como la pertenencia de Guanajuato e Irapuato.