No había ni una ni tampoco diez, eran cientos las mujeres, entre integrantes de colectivos feministas, amas de casa, estudiantes, trabajadoras las que salieron a las calles de Irapuato a marchar vestidas de negro y con pañuelos morados y verdes para manifestar su preocupación por los casos de violencia hacia las mujeres.

Un día antes del paro nacional #UnDíaSinNosotras, la marcha de mujeres fue una de las más concurridas de las que se haya tenido recuerdo en la historia reciente de Irapuato.

Afuera del Parque Irekua fue la cita: lo mismo llegaban jóvenes que madres de familia, niñas e incluso algunos hombres; también llegaban elementos de seguridad, todo ello para evitar confrontaciones y actos vandálicos.

Minutos antes de iniciar, las manifestantes recibieron indicaciones del colectivo Resistencia Radical Irapuato donde pidieron no dar nombres, ni decir su edad ni separarse del resto de las personas, esto como medidas de precaución para evitar problemáticas, las jóvenes se taparon los rostros con pañuelos morados en memoria a las victimas de feminicidio y incluso también pañuelos verdes para mostrar su aprobación al aborto.

Sin embargo, la causa fue aprovechada por comerciantes, quienes comenzaron a vender globos y diademas color morado y verde para las participantes de a cinco y 10 pesos, quienes no dudaron en comprarlas, incluso hubo quienes llegaron con sus mascotas, donde también les pusieron pañuelos, moños y hasta carteles con mensajes.

A la marcha también se sumaron familias de las personas desaparecidas, como la de la maestra Guadalupe Barajas, quien hasta ahora no ha sido localizada.

Caminaron por la avenida Guerrero y a su paso gritaban frases como “ahora que estamos juntas, ahora que si nos ven, abajo el patriarcado se va a caer, se va a caer”, los conductores les mostraban su apoyo, pero también algunos se burlaban y otros sonaban su claxon como molestia por no permitir el tránsito de los autos.

Poco a poco fue creciendo el contingente, en el camino algunas mujeres se sumaban y otras mostraban su apoyo, como una madre de familia que vestía de morado junto con su bebé y que observaba la marcha, contó que no podía participar, pero vestía del color para dar su apoyo; también algunos padres de familia acompañaban y cuidaban desde las orillas a sus hijas.

Las personas salían a sus ventanas y de los comercios e incluso los hombres que se encontraron de casualidad con la manifestación miraban con admiración a las manifestantes, pues eran cientos de mujeres que exigían un alto a la violencia contra ellas y hacer valer sus derechos.

Llegaron a la avenida Revolución y afuera del templo del Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe gritaron y cantaron que ellas son quienes deciden sobre su cuerpo y continuaron el trayecto y cada vez más gente las observaba.

La marcha terminó a afuera del Templo del Hospitalito, mientras algunas manifestantes leyeron un pliego petitorio, otras participantes comenzaron a pegar cruces con los nombres de victimas de feminicidios sobre el tótem de Irapuato, además de la leyenda “Emergencia Nacional”.

En el pliego petitorio exigieron eficacia en los programas de educación y capacitación en la prevención de la violencia, pronta respuesta institucional y mejora en los protocolos de atención, seguimiento real de los casos de violencia, fortalecimiento en los elementos de seguridad, combate a la impunidad y corrupción, y garantizar los derechos reproductivos y sexuales de la mujer.

E incluso, que los gobiernos tengan una posición firme e involucrarse más en los casos de violencia y que se reconozca la problemática y haga acciones para erradicarla.