Abasolo, Gto.- En una muestra de celebración y reconocimiento hacia los más pequeños de la comunidad, el Centro Histórico de Abasolo se vistió de alegría y algarabía para conmemorar el Día del Niño.
Desde tempranas horas, la ciudad se engalanó con el desfile conmemorativo, que contó con la participación entusiasta de docentes y alumnos de diversas instituciones educativas, así como el respaldo de empresas locales que se sumaron a esta festividad.
El desfile fue un despliegue de color y creatividad y recorrió las principales calles de la ciudad, atrayendo la atención de residentes y visitantes por igual. Este evento, fruto de una coordinación ejemplar entre la Delegación Regional de Educación y el Gobierno Municipal, fue solo el preludio de una jornada cargada de actividades pensadas exclusivamente para el disfrute de los niños de Abasolo.
Tras la culminación del desfile, el Jardín Hidalgo se convirtió en el epicentro de la diversión, al albergar una feria lúdica donde los pequeños pudieron participar en una variedad de juegos y actividades recreativas.
Desde juegos de destreza hasta puestos de manualidades, cada rincón del jardín ofrecía una oportunidad para la alegría y la camaradería entre los asistentes. La presencia de personal de diferentes dependencias municipales aseguró el desarrollo ordenado y seguro de todas las actividades, garantizando así una experiencia inolvidable para los niños de la localidad.
Posteriormente, con la llegada de la tarde, los niños presentes en el Jardín Hidalgo fueron deleitados con una emocionante variedad de juegos mecánicos, los cuales fueron ofrecidos de manera gratuita para disfrute de todos. La risa y la emoción llenaron el ambiente mientras los pequeños se subían a las atracciones y compartían momentos de diversión con amigos y familiares.
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La celebración del Día del Niño en Abasolo fue un rotundo éxito, dejando gratos recuerdos en la memoria de todos los participantes. Esta jornada, marcada por la unión y la alegría, reflejó el compromiso de la comunidad por brindar espacios de esparcimiento y felicidad a sus niños, quienes son el motor y la esperanza de un futuro prometedor para la ciudad.