El obispo de la Diócesis de Irapuato, Enrique Díaz Díaz, aseguró que la muerte de 39 migrantes en las instalaciones del Instituto Nacional de Migración de Ciudad Juárez, Chihuahua, es el reflejo de que aún hay mucha indiferencia para con el prójimo y apatía frente a situaciones en donde hay personas sufriendo.

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Durante su rueda de prensa dominical, Enrique Díaz Díaz dijo que se trató de un acto lamentable y que debería ser un llamado de atención para repensar la política migratoria del país.

“Es un evento que nos exhibe en esa actitud a veces indiferente, a veces de apatía frente al hermano que sufre, evento que exhibe a los estados y al gobierno y a esa política migratoria de contención antihumana que estamos sufriendo, que estamos viviendo en este acontecimiento tan doloroso, tan duro, un reclamo a cada uno de nosotros”, dijo el obispo de la Diócesis de Irapuato.

Enrique Díaz Díaz se sumó al mensaje que la Conferencia del Episcopado Mexicano hizo en días pasados sobre esta situación, en donde señalaron que esas instalaciones “no son ‘albergues’, son estaciones migratorias que en realidad operan como prisiones y como castigo ante la migración irregular”.

Además, señalaron que no se puede permitir “que su tránsito por México se convierta en un calvario para quienes dejan a su familia y a su país, en búsqueda de una vida mejor”.

Enrique Díaz Díaz dijo que la Iglesia siempre será cercana y señaló que esto tiene que obligar a pensar qué política migratoria debe adoptar el país para evitar una situación como la de Ciudad Juárez, en donde 39 personas migrantes que estaban recluidas murieron atrapadas en un incendio en las instalaciones del Instituto Nacional de Migración.