Lo que hoy se conoce como la famosa colonia 18 de Agosto en Irapuato, hace 47 años era un terreno de lodo, algunos habitantes dicen que era un campo de sorgo y maíz, otros un basurero e incluso hay quienes dicen que era un cementerio; sin embargo, la colonia se formó después de la gran inundación de 1973, donde todos sus habitantes perdieron su patrimonio y encontraron en la colonia el resurgimiento de su patrimonio.

Cualquiera que visite la colonia 18 de Agosto puede percatarse de la diversidad de sus comercios, su gente trabajadora y las tradiciones que aún se conservan, pues la colonia pasó de ser una terreno de cultivos a ser el suelo que cobijó que decenas de irapuatenses que perdieron todas sus pertenencias en la inundación que ocurrió el pasado 18 de agosto de 1973, fecha que le dio nombre a la tan popular colonia.

Poder Ejecutivo, Departamento del Distrito Federal y Presidencia de la República fueron las primeras calles que conformaron la colonia, pues de acuerdo con sus habitantes, las familias que viven en estas vialidades fueron las primeras que recibieron sus casas una vez que el gobierno decidió ayudarlos, uno de ellos es Agustín Navarro que a sus 77 años de edad, recuerda perfectamente cómo vivió aquel día de la tragedia.

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Don Agustín era joven y el día de la gran inundación él estaba por la avenida Independencia con uno de sus compañeros de trabajo, pues no alcanzó a llegar a su casa, la cual estaba ubicada en el Barrio de San José y donde estaba su esposa y tres de sus hijos, quienes por fortuna pudieron salvarse del agua.

• Hace 47 años, decenas de familias irapuatenses fueron llevadas a un enorme terreno de lodo, cultivos y basura, hoy es una de las colonias más populares de Irapuato donde año con año, sus habitantes recuerdan el día de la tragedia

Recordó que aquel día, el agua se volvió un “monstruo” y arrasó con todo a su paso, autos, casas, animales y hasta personas, entre las viviendas destruidas estaba la de Don Agustín; por lo que tres meses después recibió una por parte del gobierno en su actual colonia, sitio donde pudo criar a sus hijos.

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Como don Agustín, fueron decenas las familias que perdieron todo su patrimonio, familias que recibieron una parte de las tierras como apoyo, y como pudieron, comenzaron desde cero a construir sus casas, con láminas, cartones, lo que se encontrara a su paso.

Muchos de los habitantes aprendieron a trabajar en diferentes oficios, es por ello, que también el comercio en la zona es diverso, pues en todas las calles pueden verse las tienditas de abarrotes, taquerías, papelerías, tortillerías, ferreterías y más locales que sólo los habitantes de la colonia 18 de Agosto hicieron con sus ahorros y esfuerzo, una vez que vivieron la tragedia.