Museo de Irapuato misterioso e histórico a lo largo de los siglos

Varias leyendas han envuelto al edificio en el que hoy se encuentra el arte y la cultura de la ciudad

Fernanda Garduño / El Sol de Irapuato

  · viernes 17 de mayo de 2024

Irapuato cuenta con un museo ubicado en la esquina de las calles Allende y 5 de Febrero en el centro histórico de la ciudad, la construcción que lo alberga cuenta con amplia historia y para conmemorar todo lo que ha pasado en el emblemático lugar a través de los años, leyendas y ajustes que dieron paso a lo que hoy es, Teresa Vargas Hernández, restauradora y Jesús Martín Martínez Hidalgo, historiador comentaron una parte de esta historia.

La casa que alberga el Museo Salvador Almaraz es uno de los elementos que conforman el patrimonio arquitectónico de la ciudad de Irapuato, este se encuentra registrado con la ficha 1, y su construcción pertenece al barroco popular que data de mediados del siglo XVIII detalló el historiador.

“En ese entonces el auge minero creó la necesidad de que aparecieran casonas como esta”, dijo e hizo referencia a las afluencias de personas que han llegado a establecerse a la ciudad a lo largo de los siglos.

Al igual que otros edificios emblemáticos de Irapuato el Museo ha sido protagonista de algunas leyendas, mismas que han hecho que el interés de la población se centre en su historia e investigación, esta última es la que ha podido descartar dos de estas leyendas, relató.

La primera de ellas es la de el antecedente del recinto como casa de la Santa Inquisición o de un inquisidor, de lo cual no existe registro alguno, el inmueble ha tenido varios dueños y ninguno pertenecía a la inquisición, enfatizó Jesús Martín Martínez Hidalgo.

“Nos dimos a la tarea de investigar en el Archivo Histórico para confirmar la referencia dado que el documento que indicaba qué era la inquisición no señalaba colindancias ni propietarios, me causó extrañeza, también investigamos en el acervo el libro de bautismos matrimonios y defunciones del archivo parroquial, en los antecedentes encontramos que el terreno pertenecía a la cofradía de las benditas ánimas del purgatorio”.

De igual forma la construcción también fue investigada en torno al rumor de que había túneles que pasaban debajo de él, fueron realizadas excavaciones pero no se pudo encontrar ningún indicio de esto.

Cuenta con espacios únicos originales y restaurados

El museo cuenta con espacios únicos como la troje, la cual fue restaurada y actualmente es otro salón, el techo luce la obra “Encuentro Universal” del muralista Salvador Almaraz, de quien el recinto lleva el nombre en homenaje.

Pero esta tuvo que ser sometida a un arduo proceso de restauración, la restauradora Teresa Vargas Hernández trabajó en el proyecto de restauración así como el de la realización de la sala de estar que se encuentra a un costado de ésta, el cual fue realizado entre el 2009 y 2010

“La troje era una bodega abandonada qué usaban para grabar música, la troje se estaba abriendo por falta de mantenimiento, el techo se había dañado, tenía grietas y se realizó un trabajo intenso para restaurarlo”.

Por su parte el historiador Jesús Martín Martínez destacó que esta estructura es única no solo en el centro sino en toda la zona urbana de la ciudad, al igual que el aljibe pluvial que tiene la construcción el cual aún capta agua.

La arquitecta añadió que el muro llorón fue una representación del tema del agua en Irapuato, representativo a lo largo de su historia, mientras que fue la administración municipal de aquel 2009 la que determinó que fuera realizado en homenaje a la artista Amalia Macías.

El museo ha tenido múltiples restauraciones a lo largo de su historia, antes de que este se convirtiera en museo albergó distintos lugares, una herrería, despachos y hasta una zona habitada donde ahora son las salas de exhibición que también han sido objeto de múltiples restauraciones que han permitido conservar la mayor parte de la estructura original.

Pero otra de las partes emblemáticas del Museo Salvador Almaraz, es el retablo a la Virgen de la Soledad el cual no es original de la construcción sino que se integró en 2008 destacó la restauradora, ella trabajó en el proyecto después de una intensa investigación para representar y construir el espacio con elementos que también son del estilo barroco y ahora lucen con muros color morado.

Fotos: Marco Bedolla / El Sol de Irapuato