/ martes 13 de septiembre de 2022

Mayor discriminación a mujeres jóvenes

El 18% de las mujeres trabajadoras en México se han enfrentado al menos a un acto de discriminación a lo largo de su vida

CELAYA, Gto. (OEM-Informex).- El 18% de las mujeres trabajadoras en México se han enfrentado al menos a un acto de discriminación a lo largo de su vida, proporción que incrementa a 24% entre aquellas que tienen de 25 a 34 años, esto de acuerdo con los resultados de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) 2021, del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

Se explica que esta encuesta mide la violencia que las mujeres de 15 años y más sufren en el ámbito laboral, escolar, de pareja y comunitario, por tal motivo, el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) analizó los resultados para identificar las dinámicas sociales dentro del ámbito laboral que se relacionan con las decisiones de empleo de las mujeres.



Los resultados informan que las formas de discriminación más frecuentes en el ámbito laboral son el tener menos oportunidades que los hombres para ascender y el recibir un menor pago que sus compañeros, aunque realicen las mismas actividades.

Debido a esto, la IMCO refiere que “los roles de género tradicionales pueden limitar el desarrollo profesional de las trabajadoras. Existe una carga desproporcionada de trabajo no remunerado hacia las mujeres, ya que ellas destinan 2.6 veces más tiempo a tareas del hogar y de cuidados. Esto limita el tiempo que tienen disponible para dedicarlo a actividades económicas”.

Sin embargo, los datos indican que el 91% de las mujeres opina que ambos sexos deben ser los responsables del cuidado de los hijos, personas enfermas y adultos mayores; el 86% de las mujeres consideran que mujeres y hombres deben ser responsables de las tareas de la casa.

El 76% de las mexicanas consideran que la responsabilidad de traer dinero a la casa corresponde tanto a mujeres como a hombres; mientras que el 23% y 0.8% opina que es responsabilidad exclusiva del hombre o de la mujer, respectivamente.



Explica que las mujeres no viven ni perciben la discriminación de la misma manera, además de que la discriminación aumenta conforme el nivel de escolaridad, es decir, tres veces más mujeres con educación superior reportaron actos de discriminación en el trabajo en comparación con aquellas que alcanzaron educación primaria, lo cual puede atribuirse a mayores conocimientos para reportar los incidentes.

“También existen cambios generacionales sobre la opinión de roles femeninos y masculinos. Una menor proporción de mujeres en las generaciones jóvenes tiende a considerar que la responsabilidad del sustento económico del hogar debe recaer en el hombre, mientras que 17% de las jóvenes entre 15 y 24 años así lo consideran, este porcentaje aumenta a 41% entre las mujeres mayores de 64 años”.

Por otro lado, la ENDIREH 2021 refiere que la porción de mujeres que reporta no haber trabajado entre 2016 y 2021 cayó de 28.9% a 20.7%, ante esto, la IMCO menciona que esto refleja que actualmente las mujeres son más propensas a trabajar que hace cinco años, ya que explicó:

“La violencia laboral se define como el abuso de poder para excluir o someter a otra persona, y se manifiesta como agresión física o verbal, acoso sexual, hostigamiento laboral, violencia psicológica o discriminación en el lugar de trabajo. Esta representa una barrera para que las mujeres permanezcan dentro de la economía, ya que tres de cada 10 de ellas han enfrentado violencia laboral a lo largo de su vida y dos de cada 10 reportaron vivirla en el último año. Esta proporción se redujo 1.7 puntos porcentuales entre 2016 y 2021”.

Indica que “a pesar de que se han implementado acciones como la Norma Oficial Mexicana 035 (NOM-035) sobre factores de riesgo psicosocial en el trabajo, que entró en vigor en 2019 con el objetivo de promover entornos organizacionales favorables y eliminar la violencia laboral, el 73% de las mujeres no conoce la existencia de algún protocolo para ello en su lugar de trabajo”.


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Puntualiza que la proporción de mujeres que solicitaron apoyo o denunciaron ante una eventualidad fue de 8%, y la razón principal para no hacerlo refiere a tratarse de algo sin importancia con el 32%, seguido de por miedo a las consecuencias o amenazas con el 22%.

Por otra parte, menciona que la discriminación de género en el trabajo obstaculiza el crecimiento profesional de las mujeres, ya que puede aumentar el ausentismo, la pérdida de oportunidades e incluso su salida del mercado laboral.

“También representa un motivo para que las mujeres busquen emplearse fuera de sectores predominantemente masculinos, como los sectores de la construcción, transporte o minería, donde la participación de mujeres alcanza el 4%, 10% y 13%, respectivamente. La violencia en el mercado laboral contribuye a la segregación del empleo y fomenta la desigualdad entre mujeres y hombres en el mercado laboral”.

Menciona que a México le conviene sumar a más mujeres a la economía remunerada y aprovechar el talento femenino para fomentar el crecimiento económico y el desarrollo del país, pero para que esto suceda, indica que es necesario contar con ambientes laborales seguros que promuevan el acceso a mejores oportunidades y fortalezcan el desarrollo profesional de las trabajadoras.

Finalmente, también se necesitan implementar acciones “para romper los roles de género en el hogar y en el mercado laboral, por ejemplo, a través de permisos de paternidad extendidos, obligatorios e intransferibles que fomenten la corresponsabilidad de cuidados entre mujeres y hombres”.

CELAYA, Gto. (OEM-Informex).- El 18% de las mujeres trabajadoras en México se han enfrentado al menos a un acto de discriminación a lo largo de su vida, proporción que incrementa a 24% entre aquellas que tienen de 25 a 34 años, esto de acuerdo con los resultados de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) 2021, del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

Se explica que esta encuesta mide la violencia que las mujeres de 15 años y más sufren en el ámbito laboral, escolar, de pareja y comunitario, por tal motivo, el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) analizó los resultados para identificar las dinámicas sociales dentro del ámbito laboral que se relacionan con las decisiones de empleo de las mujeres.



Los resultados informan que las formas de discriminación más frecuentes en el ámbito laboral son el tener menos oportunidades que los hombres para ascender y el recibir un menor pago que sus compañeros, aunque realicen las mismas actividades.

Debido a esto, la IMCO refiere que “los roles de género tradicionales pueden limitar el desarrollo profesional de las trabajadoras. Existe una carga desproporcionada de trabajo no remunerado hacia las mujeres, ya que ellas destinan 2.6 veces más tiempo a tareas del hogar y de cuidados. Esto limita el tiempo que tienen disponible para dedicarlo a actividades económicas”.

Sin embargo, los datos indican que el 91% de las mujeres opina que ambos sexos deben ser los responsables del cuidado de los hijos, personas enfermas y adultos mayores; el 86% de las mujeres consideran que mujeres y hombres deben ser responsables de las tareas de la casa.

El 76% de las mexicanas consideran que la responsabilidad de traer dinero a la casa corresponde tanto a mujeres como a hombres; mientras que el 23% y 0.8% opina que es responsabilidad exclusiva del hombre o de la mujer, respectivamente.



Explica que las mujeres no viven ni perciben la discriminación de la misma manera, además de que la discriminación aumenta conforme el nivel de escolaridad, es decir, tres veces más mujeres con educación superior reportaron actos de discriminación en el trabajo en comparación con aquellas que alcanzaron educación primaria, lo cual puede atribuirse a mayores conocimientos para reportar los incidentes.

“También existen cambios generacionales sobre la opinión de roles femeninos y masculinos. Una menor proporción de mujeres en las generaciones jóvenes tiende a considerar que la responsabilidad del sustento económico del hogar debe recaer en el hombre, mientras que 17% de las jóvenes entre 15 y 24 años así lo consideran, este porcentaje aumenta a 41% entre las mujeres mayores de 64 años”.

Por otro lado, la ENDIREH 2021 refiere que la porción de mujeres que reporta no haber trabajado entre 2016 y 2021 cayó de 28.9% a 20.7%, ante esto, la IMCO menciona que esto refleja que actualmente las mujeres son más propensas a trabajar que hace cinco años, ya que explicó:

“La violencia laboral se define como el abuso de poder para excluir o someter a otra persona, y se manifiesta como agresión física o verbal, acoso sexual, hostigamiento laboral, violencia psicológica o discriminación en el lugar de trabajo. Esta representa una barrera para que las mujeres permanezcan dentro de la economía, ya que tres de cada 10 de ellas han enfrentado violencia laboral a lo largo de su vida y dos de cada 10 reportaron vivirla en el último año. Esta proporción se redujo 1.7 puntos porcentuales entre 2016 y 2021”.

Indica que “a pesar de que se han implementado acciones como la Norma Oficial Mexicana 035 (NOM-035) sobre factores de riesgo psicosocial en el trabajo, que entró en vigor en 2019 con el objetivo de promover entornos organizacionales favorables y eliminar la violencia laboral, el 73% de las mujeres no conoce la existencia de algún protocolo para ello en su lugar de trabajo”.


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Puntualiza que la proporción de mujeres que solicitaron apoyo o denunciaron ante una eventualidad fue de 8%, y la razón principal para no hacerlo refiere a tratarse de algo sin importancia con el 32%, seguido de por miedo a las consecuencias o amenazas con el 22%.

Por otra parte, menciona que la discriminación de género en el trabajo obstaculiza el crecimiento profesional de las mujeres, ya que puede aumentar el ausentismo, la pérdida de oportunidades e incluso su salida del mercado laboral.

“También representa un motivo para que las mujeres busquen emplearse fuera de sectores predominantemente masculinos, como los sectores de la construcción, transporte o minería, donde la participación de mujeres alcanza el 4%, 10% y 13%, respectivamente. La violencia en el mercado laboral contribuye a la segregación del empleo y fomenta la desigualdad entre mujeres y hombres en el mercado laboral”.

Menciona que a México le conviene sumar a más mujeres a la economía remunerada y aprovechar el talento femenino para fomentar el crecimiento económico y el desarrollo del país, pero para que esto suceda, indica que es necesario contar con ambientes laborales seguros que promuevan el acceso a mejores oportunidades y fortalezcan el desarrollo profesional de las trabajadoras.

Finalmente, también se necesitan implementar acciones “para romper los roles de género en el hogar y en el mercado laboral, por ejemplo, a través de permisos de paternidad extendidos, obligatorios e intransferibles que fomenten la corresponsabilidad de cuidados entre mujeres y hombres”.

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