Pedro Barrón Moncada, periodista con 42 años de trayectoria en El Sol de Irapuato, compartió sus vivencias y reflexiones sobre su larga carrera en esta emblemática empresa periodística.
"Mi mayor satisfacción fue haber formado una familia que me permitió salir adelante, gracias a este trabajo pude brindarles todo lo necesario y lograr metas importantes, como adquirir mi casa", comentó Pedro Barrón al recordar lo que El Sol de Irapuato significó para él.
Sus inicios y primeras experiencias
Pedro comenzó su carrera en 1977, cuando el periódico aún operaba en la calle Allende, recién renombrado de Noticias a El Sol de Irapuato, durante esa etapa, tuvo la oportunidad de convivir con figuras políticas de alto nivel, incluyendo los gobernadores de Guanajuato como Luis H. Ducoing, Enrique Velasco Ibarra y Rafael Corrales Ayala.
"Cada año, con motivo de la Libertad de Expresión, nos ofrecían una comida especial en Guanajuato, donde los gobernadores nos trataban con gran respeto y hasta compartían la mesa con nosotros", recordó.
Una de sus experiencias más memorables fue la cobertura de dos mundiales de futbol, el Mundial Juvenil de 1983 y el Mundial México 86, Pedro cubrió las sedes de Querétaro, León e Irapuato, acompañado de su colega y amigo Marcolino Witrago, parte de una reconocida familia de fotógrafos, también de esta empresa periodística.
En esos tiempos, ser periodista era un privilegio, el periódico tenía gran influencia y nos permitía estar en la primera fila de eventos políticos, artísticos, culturales y sociales, gracias a ello, conocí a grandes figuras como Lucha Villa, David Reynoso, Juan Gabriel, Cuco Sánchez, y mantuve una amistad cercana con Vicente Fernández", destacó.
Una anécdota en particular compartió Pedro Barrón, dijo que por los años 70, tras un evento en el palenque, en la Expo Fresas el representante de este Vicente Fernández me pidió venderle las fotografías que había tomado en la primera variedad, porque las necesitaban para su publicidad para sus eventos y al día siguiente, fui al camerino y le regalé todas las fotos, Vicente Fernández, por ese gesto que había tenido con él, recuerdo que nos invitó a mí y al reportero José Bautista de la Luz a su rancho en Barranca de Huentitán.
Pedro fue testigo de la transición tecnológica en el periodismo, pasando de revelar rollos y fotografías manualmente a trabajar con cámaras digitales.
"Fue un cambio significativo, pero nos adaptamos gracias a capacitaciones proporcionadas por la empresa Kodak a través de la OEM", recordó.
Entre de sus vivencias más impactantes, mencionó la cobertura de la inundación de 1973 que de basto la ciudad de Irapuato un 18 de agosto en para ese entonces se encontraba en la avenida Guerrero, ese día él estaba con otro fotoperiodista, Jesús Landín, fue un momento difícil, pero también una oportunidad de documentar una parte importante de la historia local ante ese suceso.
Pedro Barrón expresó que "siempre llevaré a El Sol de Irapuato en mi sangre, agradezco a la OEM por darme tanto, y con emoción dijo que aún conserva con orgullo mis playeras, gafetes y chalecos del periódico".
Pedro también recordó con gratitud al director general, don Mario Vázquez Raña, quien lo recordó que "cada aniversario, del periódico, él siempre nos atendió con gran calidez, un gesto que siempre llevaré en mi corazón".
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Tras más de cuatro décadas, este fotógrafo Pedro Barrón Moncada a deja un legado imborrable en el periodismo, marcado por el profesionalismo, la pasión y el compromiso de fotografías siempre los sucesos que acontecieron en esta ciudad durante más de cuatro décadas que trabajo en esta compañía periodística.